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Otro desaparecido en democracia

¿Dónde está Mario Golemba?

Mario Golemba, joven agricultor de la Picada Indumar, en Misiones, está desaparecido desde el 27 de marzo de 2008. El caso revela la decadencia moral de un sistema judicial que lleva más de cuatro años sin avances, donde se sitúa a la policía provincial como sospechosa. de un crimen, y al poder político en los márgenes de la complicidad.

1. El 27 de marzo de 2008, Mario Golemba, joven agricultor
de la Picada Indumar, un paraje rural del pueblo de Dos de Mayo, en Misiones, salió de su casa para ir a una consulta
médica en una clínica de la localidad de Oberá. Cumplió con la cita y al salir envió un último mensaje de texto a su novia. Pero esa noche Mario no regresó a su casa. Nunca regresó. Y sus familiares no volvieron a saber de él. Ante la desesperación, tomaron contacto con autoridades y
medios de comunicación. ¿Dónde está Mario? se preguntaba la provincia por aquellos días posteriores a la misteriosa desaparición. El gobierno dispuso una recompensa por datos sobre su paradero y prometió a la familia del joven disponer de los medios necesarios para encontrarlo. Los afiches de la comisaría y las terminales de ómnibus de toda
la provincia lucían el rostro de Mario donde -a partir de un decreto del entonces flamante gobernador de Misiones, Maurice Closs- se ofrecía una recompensa de diez mil pesos
"a quienes puedan aportar datos certeros sobre el paradero de Mario Golemba". Ese decreto, curiosamente, contenía un artículo que excluía de la posibilidad de participar como
testigos en calidad de aspirantes a la recompensa al personal de la Policía de la Provincia.

Un año después, promediando el verano de 2009, aparecieron dos testigos. Eran presos de la Unidad Penitenciaria de Oberá que en la noche del 27 de marzo estuvieron detenidos en la comisaría de Dos de Mayo, entonces a cargo del omisario Ewaldo Katz. Juran haber visto a Mario Golemba esa noche en la comisaría. Hablan de esposas y golpes.
Aseguran que después se lo llevaron en un vehículo policial vaya a saber dónde. Antonio, el padre de Mario, se
reunió de inmediato en la cárcel con los dos testigos: "Las tres veces que hablé con ellos personalmente
me dio la impresión de que decían la verdad, fueron testimonios muy coherentes y sin contradicciones.
Cada uno por separado cuenta lo mismo. Dicen que vieron a Mario llegar esposado -uno de ellos lo conocía de la Cooperativa de Yerba Indumar-,que lo golpearon y que luego pudo ver por una ventanita cómo se lo llevaban en una camioneta. La policía está ocultando algo", expresó a finales de ese año.

2. Luego de que se hiciera pública la hipótesis de los dos únicos testigos del caso, el ministro de gobierno
de Misiones, Jorge Franco, ordenó el traslado del comisario y de diez policías de la comisaría de Dos de
Mayo. El nuevo destino de Ewaldo Katz, comisario a cargo en la noche del 27 de marzo de 2008, fue la comisaría
de Aristóbulo del Valle, la ciudad del gobernador Closs.
Ninguno de los traslados fue explicado jamás por el ministro Franco ni por las autoridades policiales a
pesar del pedido de información de la revista Superficie en 2010, y que fuera reiterado varias veces. Pero el
silencio oficial se mantiene estoico, como un pacto de silencio inviolable. "(Ewaldo) Katz todo el tiempo me
negó que él haya estado esa noche allí, pero los testigos dicen que sí. De todos modos, él era el responsable en
ese momento. No entiendo por qué los trasladaron si no hay nada raro", se pregunta Antonio Golemba. Su cuestionamiento es esencial, puro sentido común: "¿Por qué trasladaron a los policías de Dos de Mayo y su comisario si desde la fuerza afirman que nada tienen que ver con la
desaparición de Mario? Nadie, absolutamente nadie en el Ministerio de Gobierno ni en la Policía de Misiones
supo responder con claridad este cuestionamiento" denuncia Antonio, pequeño agricultor que además es
pastor de una iglesia en la zona.

(La nota completa en la edición gráfica de Sudestada Nº 111 - agosto 2012)

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Autor

Sergio Alvez