Buscar

Editorial 2

Estación

Desde los símbolos también se construye la historia. Sin ir más lejos, la oficial viene haciendo uso de monumentos, calles y ciudades, ungiendo como héroes a los canallas de la patria. Pero el pasado 13 de noviembre hubo un hecho que cambió la forma en que se construye la memoria colectiva, desde el prisma en que se mira el lugar de los caídos. Esta vez la movilización popular presionó a los legisladores para que aprobaran el cambio de nombre de la (ex) estación Avellaneda por el de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki. El nombre de los pibes asesinados por el gobierno de Duhalde reemplazará al de un genocida, Nicolás Avellaneda, que ordenara la Campaña del Desierto. Producto de una lucha de compañeros y familiares que comenzó poco después de sus asesinatos, sus nombres reflejan valores como la solidaridad, el compañerismo, el compromiso, que tiñeron la militancia de los jóvenes desde aquellos años. Serán nombres que pronunciarán miles de trabajadores a la hora de sacar un boleto de tren o ante la pregunta de un niño curioso. Queda aún el lento camino de la Justicia: no hay acusados por las responsabilidades políticas. Será una lucha que continúe y que llevará, esta vez, los apellidos de dos jóvenes militantes en las banderas y en la cotidiana oficialidad de un cartel.

Comentarios

Sudestada
Autor

Sudestada

El colectivo de Revista Sudestada esta integrado por Ignacio Portela, Hugo Montero, Walter Marini, Leandro Albani, Martín Latorraca, Pablo Fernández y Repo Bandini.