"Hay necesidad de otra política, basada en la solidaridad"

Originada a partir del trabajo militante de la Juventud Guevarista y otras fuerzas políticas, la Unión del Pueblo se configura desde hace años en una opción real que pretende disputar espacios de poder en la ciudad de La Plata. Para esta joven organización, la experiencia organizativa y solidaria durante las trágicas inundaciones permitió actualizar viejas lecciones y profundizar el compromiso de muchos. Aquí opinan Daniel De Santis y Alejandro Presa, dos de sus referentes.

-¿Qué organizaciones integran la Unión del Pueblo y cuáles son sus puntos de acuerdo básicos?

Daniel De Santis: -La Unión del Pueblo aspira a ser lo que su nombre indica, la unión de todas aquellas personas que todos los días salen a tomar el colectivo, o el subte, se suben a su auto o bicicleta o salen de a pie para ir a trabajar o a buscar trabajo. En ella no están, y menos dictan su política, los banqueros, terratenientes o grandes industriales. Estamos integrados por gente proveniente de todas las vertientes políticas del campo popular: peronistas-pueblo, radicales democráticos, socialistas consecuentes, comunistas de Carlos Marx y, mayoritariamente, por muchos jóvenes que se acercan por primera vez a la política, con una fuerte presencia del guevarismo expresada en la militancia de la Juventud Guevarista y de la Agrupación Tatu, integrada por argentinos que han estudiado medicina en Cuba.

Nuestros puntos de acuerdo parten de considerar al protagonismo popular desde las bases como la fuente y fuerza para todo cambio realmente profundo de las actuales e injustas estructuras económicas y sociales. Para nosotros, en primer lugar, la militancia es un acto de servicio dirigido al pueblo y no una carrera de beneficios personales. Queremos, con nuestra práctica, cambiar el significado que tiene la desprestigiada palabra política. En este sentido, creemos que la tarea prioritaria de la UP es generar nuevos canales de participación popular, en los que el pueblo se pueda expresar y tomar decisiones, para que se vaya convirtiendo en el verdadero protagonista de la política y de la historia.

Simplificando, existen dos políticas bien diferenciadas. Una, la que ha gobernado por siempre, pone en el centro al capital, la ganancia y la rentabilidad de las empresas y difunde el individualismo como ideología, buscando lograr consenso en las clases trabajadoras. La otra forma es la que pone en el centro al trabajo, por ser junto a la creación artística la más humana de las actividades; es decir en el trabajador, con la meta de lograr a corto plazo el pleno empleo. Desde la plena ocupación, que se opone y excluye a la rentabilidad, sale todo un programa para la nación argentina: en primer lugar empuja el salario hacia arriba y favorece la mejora en las condiciones de trabajo y la seguridad social. El trabajador debe gozar de buena salud, de allí la necesidad de relanzar un profundo programa de salud ampliando la cobertura y eficiencia del hospital público. Para calificar al trabajador es necesario elevar la escuela y la universidad pública. La masa de capitales necesaria se obtendrá de movilizar los retenidos en los bancos, sean extranjeros o nacionales, que están allí para garantizar la especulación financiera; de recuperar la renta de la tierra, la renta petrolera y mineras. Y, con esta concepción, seguir organizando toda la economía y el resto de la sociedad siempre con centro en el bienestar general.

-¿Cuáles son los principales desafíos de cara a este año electoral?

Alejandro Presa: -Nuestra principal meta para este año era conseguir la personería electoral; algo que lleva un gran esfuerzo para una fuerza política nueva como la nuestra. Y alcanzamos este objetivo sobre la base de una gran militancia, que supo transformar un trabajo en apariencia burocrático en un esfuerzo con un contenido altamente político, ya que nos permitió transmitir nuestro laburo, nuestras ideas, nuestro programa, a cada una de esas personas que forman parte de la UP. Y en ese intercambio no sólo salieron afiliados, sino que muchos se han transformado en militantes de cuerpo y alma, que se sumaron a los distintos espacios, que fortalecieron y le aportaron un dinamismo que nos hace aparecer como una fuerza que crece, con cuadros que se destacan cada vez más en la práctica cotidiana ya sea en el barrio, en sus puestos de laburo o donde sea el espacio que militen.

Yendo a lo estrictamente electoral, debemos consolidar en las urnas los avances que hemos logrado como organización e instalarnos como una posibilidad muy cierta a mediano plazo para gobernar la ciudad. Sabemos que no es fácil, que luchamos siempre en desventaja contra los que tienen el poder del dinero, pero son las reglas que jugamos: aceptamos el desafío y estamos convencidos de que no hay poder que pueda torcer la voluntad de cientos de militantes convencidos por alcanzar un objetivo.

-¿Cuál es el balance de la anterior participación electoral? ¿Qué lecciones extrajeron de esa experiencia?

DDS: -Por similitud en los programas, intentamos un acercamiento a Proyecto Sur. Con esta alianza pudimos participar con candidatos en La Plata, Trenque Lauquen y Junín. Pese a contar con muy escasos fondos y muy poca llegada a los medios, sobre la base del enorme esfuerzo propagandístico realizado por las y los militantes de la UP, logramos que dos de nuestros compañeros fueran conocidos por el electorado y, en el marco de muy pobres resultados, en La Plata se realizó una de las mejores elecciones de todo el país. Fuimos consolidando en nuestra creciente militancia la importancia de la lucha electoral. Quizás parezca algo menor, pero hubo que vencer la inercia de muchos años en un espacio de la izquierda muy negado a este tipo de actuación. En nuestro caso, desde 2007 veníamos colaborando con fuerzas afines para tener un acercamiento a la cuestión. Muy importante fue que se visualizara que para los partidos de la clase capitalista las elecciones son la forma de re-legitimar su dominación y que para las distintas fracciones de esa clase, la lucha por el poder pasa en gran parte por las elecciones. Los capitalistas, que del tema algo saben, no tienen ninguna duda.

(La nota completa en Sudestada Nª 119, junio de 2013)