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¿Y la izquierda qué?: Luciana Santillán

"Hay que transformar el país de norte a sur. Desde sus cimientos"

Desde Jujuy, Luciana Santillán, referente del Partido por un Pueblo Unido, responde sobre los desafíos de esta nueva fuerza política en una provincia donde las contradicciones del oficialismo están al desnudo todos los días.

Una de las tantas sorpresas de las recientes Primarias Abiertas (PASO) fue la buena elección que realizó el Partido por un Pueblo Unido (PPU) en Jujuy, con el 3,5 por ciento de los votos a nivel provincial, superando ampliamente el piso de acceso a las próximas elecciones. Luciana Santillán, dirigente de la Organización para la Liberación Argentina (OLAS) y figura visible de este frente (que incluye además a Viento Norte, el Movimiento social y cultural Tupaj Katari, la Corriente del Pueblo, Jóvenes al Frente, la organización campesina La Peñaloza y el Instituto Taki Onqoy), nos invita a conocer las ideas y las formas de construcción de esta propuesta, y nos cuenta por qué la antigua dirección del gremio municipal SEOM desconoce la aplastante victoria de su padre, Carlos El Perro Santillán.

-¿Qué evaluación hacés del resultado de las PASO?

-Estas elecciones han dejado una coyuntura bastante compleja para el futuro del país y desafíos muy grandes para las fuerzas populares. Por un lado, vemos un kirchnerismo en retroceso y un significativo avance de fuerzas de derecha que pugnan por un recambio a favor de la dependencia y el saqueo. Por otro lado, vemos un avance de la izquierda tradicional divorciada de los procesos nacionales revolucionarios, a la que consideramos incapaz de conformar una alternativa de poder. En este contexto, hemos salido a dar pelea abriéndonos camino con una herramienta electoral que llamamos Partido por un Pueblo Unido (PPU), donde hemos confluido varias organizaciones políticas, sociales y campesinas. Desde la OLAS hemos visto como un enorme avance el hecho de que un partido que salimos a instalar un mes antes haya superando cómodamente el piso que nos impone el sistema para seguir.

La evaluación que hacemos es que se ha comenzado a vislumbrar una nueva forma de construcción de poder del pueblo que, lejos de estar sometida a las lógicas electoraleras que arrastran por izquierda y derecha a los otros partidos, se expresa desde los barrios, desde los lugares de trabajo y de estudio, desde los campesinos sin tierra, desde nuestros pueblos originarios; que se sostiene desde las experiencias revolucionarias de nuestra patria a lo largo de su historia y se propone dar la pelea en todos los terrenos. Fue importante para nuestro proyecto salir a plantarnos en el terreno electoral (un terreno apestado de corruptelas y obscenidades políticas e ideológicas) desde el sostenimiento de valores ancestrales, revolucionarios, a contramano de la locura que nos ha dejado la lógica del consumo y del individualismo que arrasó con las prácticas comunitarias de solidaridad y reciprocidad.

-¿Cómo considerás que queda parado el kirchnerismo después de estas elecciones?

-Vemos al kirchnerismo en un franco retroceso: ha perdido un importante caudal de votos en todo el país y ha comenzado una etapa de descomposición y fragmentación. Las causas de este retroceso radican en su misma esencia, que trae implícita limitaciones ideológicas propias de este tipo de movimientos nacionales sin características revolucionarias y que no pueden superar, en el ejercicio del poder, las estructuras de país dependiente y colonial que aún dominan las relaciones sociales y económicas en la Argentina. Sobre esa base, y con los recientes acontecimientos (el acuerdo YPF-Chevron, represión en Neuquén, quema de casas mapuches), advertimos un peligroso escenario, en el que las internas al interior del PJ parecen ser cada vez más violentas y donde, lamentablemente, el pueblo termina siendo víctima de las disputas que ejercen las clases dominantes para reacomodarse.

Es seguro que de cara a octubre se profundizarán las medidas del gobierno para dar vuelta el resultado electoral, centrándose en puntos débiles que no hacen a un cambio estructural del país; por ejemplo, mandando centenares de gendarmes a atacar la inseguridad en el Gran Buenos Aires o tratando de subir el piso del impuesto a las ganancias. En fin, medidas que pueden llegar a recuperar algunos votos pero que no resuelven los problemas de fondo como la concentración de la tierra, el saqueo de recursos naturales, la estructura dependiente del capital extranjero, la creciente y próspera economía criminal -como el narcotráfico y la trata de personas-, sostenida desde los estamentos del poder.

-¿Qué propuestas tiene el PPU para la provincia de Jujuy?

-Las propuestas para nuestra provincia no van separadas de las que tenemos para el país. También armamos una lista en la provincia de Buenos Aires y tuvimos distintos inconvenientes para armarlas en otras. Pero creemos que hay que transformar el país desde sus cimientos, de norte a sur, por eso proponemos que se abra un proceso constituyente popular y revolucionario, bajo una constante movilización popular y ciudadana, que discuta cómo realizar profundos cambios en el país. Un proceso que debiera girar en torno a un programa de 10 puntos que integre elementos de soberanía, profundización democrática, ampliación y afirmación de derechos, y seguridad.

(La nota completa en Sudestada n° 123, octubre de 2013)

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Autor

Martín Azcurra y Hugo Montero