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Dossier

Fuerzas Argentinas de Liberación (FAL): Semilla de revolución

Toda organización revolucionaria cuenta con un germen. Las FAL (Fuerzas Argentinas de Liberación) nacieron de una pequeña célula de cinco jóvenes con una estrategia sin tiempo y una especial atención a una planificación minuciosa. Dos de aquellos protagonistas nos cuentan su historia en primera persona.

En la historia de las organizaciones armadas, la de las Fuerzas Argentinas de Liberación (FAL) es una de las menos investigadas y que más años tardó en salir a la superficie. Su disolución en 1975, antes de que se instalara la más sangrienta dictadura en el país, puede ser una de las causas. Si a eso se le suma que nació como una organización secreta, que en principio no reivindicaba sus acciones, y que las columnas independientes de etapas posteriores fueron agregando nombres a la sigla original (FAL Che, 22 de agosto, América en Armas, Inti Peredo) hasta el momento de su disolución, no parece extraño que ni los mismos servicios de inteligencia pudieran identificar la estructura y el funcionamiento operativo de la organización. Estos últimos años, con dos publicaciones, la historia de las FAL pudo ser reconstruida, sobre todo a partir de los testimonios de sus protagonistas.

Pero en esa organización que intentó correrse de los modelos socialistas de la época para mirar hacia adentro y encontrar una forma propia de proceder, que realizó la primera operación de guerrilla urbana de la historia, que ingresó al vivac de Campo de Mayo por la puerta principal y sin disparar un solo tiro, que comenzó trabajando en una estrategia sin tiempo, que realizó un secuestro con un manejo novedoso de la prensa, que llevó a cabo estafas impecables donde el único perjudicado resultaba el banco; hubo una génesis. Una pequeña célula de cinco jóvenes comenzó a gestar lo que se transformaría, varios años después, en las FAL.

De allí la decisión de conversar con dos de los fundadores, Juan Carlos Cibelli y Jorge Pérez, para conocer los detalles de una organización original y con un plan a largo plazo que la historia se encargaría de acelerar. De esos inicios, entonces, se tratan estas páginas...

(La nota completa en la edición gráfica de Sudestada Nº 103 - octubre 2011)

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Autor

Nadia Fink