No es casualidad que mi espacio sea cada vez más reducido, se trata de otra intentona de censurar la única voz clara en medio del desconcierto que arrojan estas páginas que ud., amigo lector, acaba de padecer. Debo decir que se acerca la etapa más problemática del año, aquella que reúne cumpleaños y despedidas y uno teme por la salud de los atentos lectores que siguieron este despropósito desde su fatal número uno. En los últimos días, me permití visitar de incógnito la pomposamente llamada redacción de este engendro publicado. En mi barrio se le llamaba bulín, pero parece que ahora queda mal ese epíteto y se monta para disimular una execrable empresa periodística.
Fenomenal pantalla la revista, vergonzante recurso para ocultar las verdaderas intenciones de estos «cuatro de copas» (en el sentido literal de la frase). Una vez más, cuidado amigo lector, manténgase a prudente distancia de estos personajes y, sobre todo, cuide por igual billetera y tía solterona. La mía ya cayó en las redes de la mafia de Sudestada.
												
											
										El colectivo de Revista Sudestada esta integrado por Ignacio Portela, Hugo Montero, Walter Marini, Leandro Albani, Martín Latorraca, Pablo Fernández y Repo Bandini.
										
									
									Nota de tapa
									Rosarino, humorista y escritor (en ese orden), Roberto Fontanarrosa accedió a una charla sin desperdicio con Sudestada. La palabra de ...
										
									
									El otro lado
									El discurso reaccionario de Hadad ya no es una amenaza. Hoy está entre nosotros. Por eso vale recordar a un ...
										
									
									Antihéroes
									Pocos escritores lograron transmitir mediante su obra tamaña intensidad, pasión y dramatismo como lo consiguió el notable cuentista rioplatense.
										
									
									Plástica
									Estimado amigo: Quizás esta carta no sea tan íntima como suponía, quizás es un intento de encontrar un receptor con ...
										
									
									El galpón del viejo Charly
									(Hasta hace poco tiempo, venir al galpón a revolver e intentar darle un orden a tanto revuelo de cosas y, ...
										
									
									Editorial