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Crónica viajera

El corazón lleno de fotos

Erica y Bernardo viajan por todo el país. En sus valijas llevan sus cámaras y un proyecto: “Memoria Escolar”. En cada destino visitan las escuelas públicas de los pueblos y sacan fotos a los niños y niñas, a sus docentes, a las mujeres trabajadoras que lxs acompañan en cada día. En esta entrevista con Sudestada hablan de esas historias que viven a través del papel.

Una foto en blanco y negro. La silueta de una chica, de espaldas, que estira sus brazos. Dos manos pequeñas que empujan la madera vieja. Una ventana que se abre y deja entrar la luz. Lo claro, lo oscuro y los contrastes que habitan en toda imagen. Las ramas de un árbol que asoman por arriba de su pelo largo. ¿En qué estará pensando esa niña mientras mira hacia afuera y la cámara la inmortaliza en el tiempo?

"La memoria, expresada en imagen, como recuerdo permanente del paso por la Educación Pública y Gratuita", sintetiza en un posteo de Facebook Memoria Escolar, el proyecto que lleva la fotografía de forma gratuita a los alumnos, alumnas y docentes de las escuelas rurales de la Argentina.


Los inicios

Una formación documental y artística vinculada a la fotografía y el interés en realizar trabajo social dieron origen a Memoria Escolar. "Argentina es el comienzo, lo que sigue es Latinoamérica", arriesga Erica Voget, una de las creadoras del proyecto en diálogo con Sudestada. Tiene 37 años, es licenciada en Caligrafía por la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y realizó una diplomatura en Investigación y Conservación Fotográfica Documental en la Facultad de Filosofía y Letras, de esa misma casa de estudios.

La idea fue suya. Al principio, pensaba llevarla a cabo en escuelas de La Plata, donde ella vive. Cuando se lo comentó a Bernardo Greco, él no lo dudó. Con 43 años, un título en Comunicación Visual por la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y experiencia como director de Arte y fotógrafo independiente, se sumó a la aventura. Pero la apuesta se redobló: al poco tiempo comenzarían a pintar provincias en un mapa de la Argentina, con el objetivo de recorrer las 23 en un plazo de dos años y la intención de mostrar una diversidad de paisajes y de formas de vivir.

Los movilizaba una inquietud: en qué retazo de la memoria perdura el paso por la escuela de esos niños y niñas que estudian en los parajes aledaños, donde las cámaras no llegan. "En la ciudad tenemos la fotografía escolar y profesional que pagan nuestras familias cada año en el colegio, y eso es algo a lo que no pueden acceder los chicos de las escuelas rurales. Porque al contar con tan pocos alumnos, y al ser tan lejanas, los fotógrafos no encuentran la beta económica en esos espacios", explica Erica.

A partir del reconocimiento de esta problemática, el proyecto se propuso crear igualdad de condiciones para los niños y niñas que viven en las zonas rurales, valorizar el paso por la educación pública y la fotografía en papel como documento histórico y familiar.


La propuesta

En agosto visitaron la primera escuela, en Formosa. Luego, siguieron Jujuy, San Luis –donde el proyecto fue declarado de interés provincial–, Neuquén y Río Negro. La dinámica, usualmente, es la misma: llegan con una sonrisa y una valija llena de útiles. "Intentamos que nuestro primer acercamiento sea un pequeño presente que les podamos llevar", cuenta Erica. Enseguida, invitan a los niños y niñas a jugar. De esta forma, la confianza comienza a construirse durante los cuatro, cinco o seis días que pasan en cada lugar.

Cuando pisan un aula, prefieren sentirse una sombra. Desde los márgenes retratan a los niños y niñas en la diversidad de su proceso de aprendizaje: más o menos atentos, curiosos o despiertos. Comparten el desayuno, la clase, el almuerzo, el recreo y cada momento del día con ellos. Para Erica y Bernardo generar un vínculo y empatía con la comunidad es uno de los aspectos fundamentales del proyecto. Si esto sucede, los chicos y chicas "se enganchan rápido con la propuesta"...





(La nota completa en la edición gráfica de Sudestada... ¿Por qué publicamos apenas un fragmento de cada artículo? Porque la subsistencia de Sudestada depende en un 100 por ciento de la venta y de la confianza con sus lectores, no recibimos subsidios ni pauta alguna, de modo que la venta directa garantiza que nuestra publicación siga en las calles. Gracias por comprender)

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Autor

Solana Camaño