Son días de acciones para la concientización frente a las desigualdades de género y de visibilidad para las artistas femeninas de las músicas de raíz folclórica y también del rock. En sintonía con la militancia –cada vez más masiva– frente a la posibilidad de una Ley de Cupo Femenino en eventos musicales, existen colectivos, bandas y solistas que exponen y luchan contra los demás rasgos patriarcales en los géneros argentinos. Postales machistas –de Cosquín a Cosquín Rock– en estos días de reclamos para que haya más mujeres en los escenarios.
El folclore argentino retumba por dentro. Tiembla, late y se transforma a partir de la toma de conciencia y de las acciones que exponen sus distintos niveles de machismo: evidentes y silenciosos. Si en el rock son cada vez menos los que soslayan las denuncias de abusos y las explícitas desigualdades de género, en el llamado "folclore" (la música de raíz folclórica) el machismo tiene un blindaje más férreo y difícil de quebrar. Muchos artistas famosos, como sus públicos, se aferran a los valores más conservadores con la intención de que nada cambie: que las mujeres no obtengan más derechos. Ni arriba, ni debajo de los escenarios.
¿Cuál es el aura costumbrista que blinda al folclore más tradicional frente a esta época transformadora, en la que los colectivos de mujeres y artistas de distintas generaciones elevan sus voces para superar los lastres misóginos en las músicas de raíz? Basta repasar lo inocultable: el bajo porcentaje femenino que pervive en los grandes festivales folclóricos, la violencia contra ellas y el pensamiento machista de aquellos cantores masivos que naturalizan las desigualdades de género contra las que luchan y alertan sus colegas mujeres.
"Señores programadores de los festivales: abran las tranqueras. Por más mujeres en los escenarios", proclamó la Bruja Salguero, una de las cantoras clave de estos tiempos, el 2 de febrero en la Anteúltima Luna del 59º Festival Nacional de Folclore de Cosquín. Otras artistas femeninas -y también hombres- expusieron ideas similares este verano y ése fue el debate que recorrió Cosquín. En esta edición, en sus Nueve Lunas hubo 110 hombres y 20 mujeres programadas (entre figuras centrales e invitadas), sin contar los cuerpos de baile y las delegaciones provinciales. Un número desigual frente a la incontable variedad de cantoras e instrumentistas de hoy.
"Es importante que haya más mujeres en los festivales del folclore y del rock. Nosotras poseemos una fuerza ancestral, una tripa guerrera tremenda y quienes no nos toman en cuenta en los festivales se la pierden. Ojalá que más productores se contagien", alerta la Bruja, en diálogo con Sudestada. Basta repasar los flyers y afiches de los innumerables festivales folclóricos de todo el norte argentino: las grillas están integradas mayormente por artistas masculinos, muchas veces los mismos. Ellas son una clara minoría, cuando en la música de raíz folclórica se multiplican las grandes intérpretes solistas (de distintas generaciones), las instrumentistas, los colectivos musicales femeninos y mixtos, y las nuevas compositoras.
Las palabras de la Bruja giran en un contexto transformador y de cara a una acción consciente que resuena con mayor potencia: el proyecto de Ley de Cupo Femenino y Acceso de Artistas Mujeres a Eventos Musicales, que fue presentado el 16 de octubre de 2018 en el Senado de la Nación. La ley es el resultado de un relevo estadístico de los principales festivales de música, donde el porcentaje promedio de mujeres es inferior al 10 por ciento. Ante eso, el proyecto exige a los programadores un cupo mínimo del 30 por ciento. "Es una cifra que abarca a artistas solistas, a referentes de conjuntos y a músicas integrantes de formaciones de composición -de género- mixtos", comenta a Sudestada Mercedes Liska, doctora en Ciencias Sociales especializada en música popular.
Para aquellos que no cumplan con dicha norma, la multa sería un valor equivalente hasta el 6 por ciento de la recaudación bruta que se haya generado a partir de la actuación en vivo. "Nada indica que la proporción desigual de género vaya a revertirse espontáneamente -sigue Liska- En Argentina, los responsables en la producción y organización de eventos artísticos de gran escala son hombres, que reproducen una trama de relaciones y de valoraciones estéticas regidas por la preservación del dominio masculino".
Si bien el acceso a más espacios de trabajo en vivo responde a una concientización colectiva más abarcadora que la de un cupo de artistas fijado por ley, las acciones en pos de la legislación están tocando la médula del machismo en el folclore, así como en el rock y en otros géneros. Contra la lógica patriarcal y jerárquica en la industria, la Ley de Cupo busca, según Liska, "lograr la inclusión de las mujeres en la música en vivo y derribar prejuicios referidos a la diferencia sexual". Y agrega: "Dar espacio a la música compuesta e interpretada por mujeres propiciará también una mayor heterogeneidad en los escenarios".
Dos cosquines en alerta
Cosquín Rock amplió el debate abierto por Cosquín folclore. En ambos festivales, la Bruja Salguero protagonizó dos juntadas de la música de raíz folclórica y del rock: en el Cosquín, el sábado 2 de febrero invitó a cantar la poderosa vidala "Amor ausente" al power trío Eruca Sativa, que integran Lula Bertoldi en voz y guitarras, Brenda Martin en bajo y voz y Gabriel Pedernera en batería. El domingo 10 de febrero, la banda le devolvió la invitación en Cosquín Rock. "Nosotras estamos acá gracias a la lucha de otras mujeres que estuvieron antes. Por eso hoy pedimos por más mujeres en todos los espacios donde fuimos invisibles mucho tiempo", dijo Brenda Martin en Cosquín Rock.
Además invitaron a la rapera Kriz Alaniz y a la arpista Sonia Álvarez: fue uno de los shows más resonantes del festival y esas palabras de Martin vibraron en las redes sociales. De hecho, no fue la única banda que se pronunció por el cupo. Pero ¿qué opinan los programadores hombres de esta situación desigual? El 12 de febrero se generó otro alerta masivo tras las declaraciones de José Palazzo, el productor y alma páter de Cosquín Rock. Tres días antes, el periodista Martín Castillo, del diario Los Andes, de Mendoza, le preguntaba: "¿Qué pensás de la ley del cupo femenino en festivales?"
Y Palazzo respondió: "Si yo tuviera que poner el 30 por ciento, tal vez no lo podría llenar con artistas talentosas y tendría que llenarlo por cumplir ese cupo. Esas artistas no estarían a la altura del festival y tendría que dejar afuera a otro tipo de talentos. Lo único que considero es que la ley tiene que reforzar que la mujer tenga más posibilidades, porque el rock nuestro es muy joven todavía y desgraciadamente la mujer ha tenido un papel distinto. Hoy lo van ganando de a poco"...
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