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Entrevista

Leonardo Oyola: Es muy fácil perderte mientras estás en un universo de ficción"

Leonardo Oyola es autor de nueve novelas, de las cuales dos son infantiles, y un libro de cuentos, además de notas publicadas en diversos medios gráficos. Su novela Kryptonita dio origen a una película que se estrenará en enero de 2016. En esta entrevista con Sudestada, Oyola nos cuenta sobre la experiencia cinematográfica, los comienzos con Alberto Laiseca, sus libros y el proceso creativo.

"Yo tragué saliva mirando a Nafta Súper donde lo habíamos dejado. Y les expliqué:

–Está inconsciente y camino a un coma.

–Usted haga su trabajo, Tordo. Y más también. Lo tiene que mantener vivo hasta que se haga de día. Cuando le dé la luz del sol, Pinino va a estar bien. Créame: eso lo va a curar".


Un líder herido, una banda que no lo abandona, un médico y una enfermera obligados a salvarlo, la Policía metiendo presión desde afuera. Kryptonita es eso, a simple vista. Pero si uno se queda a pasar la noche con los personajes, si los acompaña hasta que el sol ilumine al Pini, se va a enterar de quiénes son, en realidad, los de la banda de Nafta Súper. Con qué sueñan. Qué los conmueve.

Kryptonita es la última novela (hasta ahora) de Leonardo Oyola. Una de superhéroes pero bien lejos de Hollywood: estos son argentinos, del conurbano bonaerense; no usan capas y sus prontuarios son más bien abultados, pero tienen códigos. Y jamás dejan tirado a un amigo.

Kryptonita, la película

–Cuando viste a los actores caracterizados, ¿los personajes se parecían a los que imaginaste al escribirlos?

–Y, fue un impacto grande… La primera escena que vi rodar es la entrada de ellos al hospital. Los veía de frente y era como un camión que me iba a chocar. Después en el receso cenamos todos juntos, y ellos seguían vestidos como los personajes; era realmente muy impactante. Yo les decía: "Tengo miedo de estar hablando solo, que la cabeza me haya jugado en contra". Porque el nivel de felicidad es increíble, es como un estallido.

–¿Participaste en la adaptación del guión?

–No. En eso fue fundamental Claudia Piñeiro, que me dijo que si podía lo evitara, porque lo iba a disfrutar más. Y fue así. Yo sé escribir novelas, pero no tengo la experiencia para contar en formato para cine. La adaptación que hicieron el guionista Camilo De Cabo y el director, Nicanor Loreti, me pareció espectacular.

–Para un autor debe ser muy difícil, ¿no? Porque no querés sacar nada…

–Es muy difícil, porque tiene que ser algo nuevo. Como narrador, hay muchas cosas que vi durante el rodaje, la preproducción, e incluso en la posproducción, que van a macerar y voy a aprender a contar desde otro ángulo. Un ejemplo que para mí fue fantástico: por orden de producción, a Capusotto le compraron un traje violeta, que es el traje del Guasón. El día de la prueba de vestuario, Capusotto se lo puso y todos los ñoños nos estábamos matando a pajas porque ya era el Guasón sin que actuara. Y las chicas de vestuario estaban doloridas, decían "eso lo hace cualquiera, ya se sabe que el Guasón usa un traje violeta. Déjennos intentar algo a nosotras". E hicieron algo en conjunto, ellas, Capussotto y la maquilladora, que fue genial. Pienso que está bueno ver todo eso para no quedarme sólo en lo descriptivo. Los chicos del departamento de arte empiezan desde lo macro y lo van reduciendo hasta llegar a lo puntual. Resumen todo en una oración. Ahí hay una manera de contar que no me quiero perder.

–En varias entrevistas que dieron los actores hablan sobre el grupo que se formó, como si se hubiera trasladado a ellos el cariño que se tienen los personajes entre sí.

–Sí, se armó no sólo un muy buen grupo entre los actores, sino entre todos los involucrados en la película. Lo que se generó es que todos sepan que es una apuesta. Y que llegado el caso de que esto salga mal, y ojalá que no, todos estén orgullosos de haberlo hecho y dejado todo en la cancha. Los actores eran como unos nenes, y yo el primero, por el tema de los superhéroes: Pablo Rago tenía una carcasa en el celular que era un Batman, Lautaro Delgado leyó cómics de la Mujer Maravilla, Diego Cremonesi tenía el símbolo de Flash en el celular, Nico Vázquez fue impresionante lo que se documentó sobre Linterna Verde…


(La nota completa en la edición gráfica de Sudestada)

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Autor

Carolina Uribe