Por qué Eva

La Historia está ahí para contarla. Para leer y releer. Para pensar y analizar. Para compartir y discutir. Para profundizar sin prejuicios. Para gambetear lugares comunes, para esquivar imposiciones propias de la obsecuencia y de la propaganda. Por eso Eva. Porque detrás de la Historia, también se oculta una construcción mítica, artificial, una fábula que siempre conviene desarticular para entender mejor. Para no confundirse y extraer lecturas erradas. Porque detrás de un mito hay hombres y mujeres que actuaron, con aciertos y fallas, y marcaron su tiempo. La Historia está ahí para nosotros, que hacemos una revista que invita a sus lectores a pensar. Que propone preguntas y no tiene todas las respuestas. Que mira la realidad desde el rincón izquierdo del ring, pero que no estigmatiza y apura conclusiones desde la pedantería de los que se las saben todas, de esos que nunca se equivocan y que señalan con el dedo desde la banquina del sectarismo. Por eso Eva, porque también es una puerta abierta a la polémica ausente, al debate que los orgánicos a sueldo rechazan y los evangelistas de la verdad revelada detestan. Por eso, porque es la única manera de comprender el presente. Porque Eva dejó su huella, y vale la pena intentar descifrarla. Sin la comodidad de los mercenarios de la banderita. Sin la alergia de los encasilladores seriales. Por eso: porque queremos discutir, porque pretendemos entender.