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Papeles amarillos

Bayer en Claypole. El hombre que hirió de muerte a Roca

De recorrida por todo el país, Osvaldo Bayer y Marcelo Valko persisten en su pelea por defender la memoria. Atrás van quedando las calles con nombres de militares represores, y emergen otras con nombres libertarios. Un viaje que los encontró en La Casa de Claypole, dejando su huella de constancia y rebeldía.

El domingo previsto para la presentación de Desmonumentar a Roca en La Casa de Claypole amaneció frío, con niebla y algo de llovizna. Cuando llegamos frente a ese hermoso emprendimiento cultural, ya había una gran cantidad de personas que venía a la charla. Era noche cerrada y la fila doblaba la esquina. Con Osvaldo Bayer, quien escribió el prólogo del libro, nos sorprendimos: no esperábamos tanta gente un domingo en la nochecita de Claypole. Pasamos entre los asistentes que ya mostraban su cariño por ese incansable Maestro de 86 años que no cesa de enseñar. Al paso de Osvaldo y respondiendo los saludos, llegamos a los camarines ubicados detrás del escenario. Allí estaban los directores de Sudestada y los felices anfitriones, todos satisfechos de que pudiéramos concretar esa presentación que por cuestiones de agenda habíamos suspendido con anterioridad. El vino y los bocaditos nos reanimaron del largo viaje a cuyo término nos habíamos extraviado, dando unas cuantas vueltas hasta dar con la dirección. Brindamos por haber acertado y nos enfrascamos en algunas anécdotas. En un momento me deslicé entre bambalinas para observar la sala. El público ya estaba acomodado, charlando tan animadamente como nosotros del otro lado. Realmente la vida en ocasiones se nos brinda en cueros, como dice Serrat, y regala momentos memorables como la presentación de un libro acompañado por alguien de la talla de Osvaldo y editado por un grupo de jóvenes tan esforzados como talentosos. Realmente es un privilegio y de alguna manera, todos los que estábamos allí experimentamos una alegría contagiosa. Tal como narro en el libro, es Bayer quien hirió de muerte a Roca, quien inició este proceso, no Valko. En mi caso me limito a acompañarlo y seguir con dificultad sus pasos y su prédica de socialista libertario que busca la paz entre los hombres.

Antes de la charla el grupo musical La Tierrita interpretó temas de Taki Ongoy para que, si algún distraído había aterrizado en la charla porque vio luz y subió, las canciones hayan bastado para sintonizarlo y ponerlo en clima...

(La nota completa en la edición gráfica de Sudestada)

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Autor

Marcelo Valko