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Pablo Nieto, de Adrogué a Aldaron

El viaje de la escritura

El fantasy, género donde brillan las invenciones de Tolkien, de Lewis y de Le Guin, tiene un nuevo cultor argentino, quien crea desde el lenguaje un mundo con sus reinos, sus animales y sus estrellas; con sus injusticias y sus luchas por la justicia. Por supuesto, un mundo pleno de misterios, de magia y de aventuras.

Cruzando con apuro el tráfago de Corrientes pasado el mediodía, llega al bar con el aura de un mito y de un mote: Pablo Nieto vendría a ser, según la muchachada con inquietudes que se reúne en el bar El resorte, "el Tolkien de Adrogué". Pero apenas se lo divisa, recuerda, más que a un profesor erudito en lenguas muertas, mitologías y epopeyas, a un joven arltiano. Impresión que se verifica y acentúa en cuanto se conversa con él. Licenciado en psicología, jamás tuvo a un neurótico a su merced en un diván. Optó por dedicarse a la docencia: enseña principios de psicología a estudiantes de educación física y hasta se prende cuando salen de campamento. Aunque su primer trabajo fue bien distinto: vendedor ambulante sin salvoconducto por las calles porteñas. Minga de autorización, ni oficial ni de los capanga de cada cuadra. "Algún día lo voy a escribir", promete o amenaza.

Por ahora, trae bajo el brazo La fortaleza oscura, su primera novela, exponente del fantasy, en coqueta edición de Minotauro, el sello que publicó por primera vez en castellano a Tolkien y a Úrsula K. Le Guin, dos capitostes del género. Ni siquiera todo el perfume del chocolate con churros de La Giralda alcanza para eclipsar su sonrisa de autor que por primera vez se topa con su narración envasada en forma de libro. Fruto de un trabajo de muchos años que empezó como juego y fue mutando en pasión. La segunda parte ya está escrita y, quizás, aunque ni él lo sepa aún, vengan otras. Por qué no, si el fantasy se caracteriza por sagas que abarcan varios volúmenes.

(La nota completa en Edición gráfica Nº 108 de mayo)

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Autor

Juan Bautista Duizeide