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El pucho en la oreja

Machirulo

Las letras del tango canción son muchas. Diez mil, quince mil, nadie sabe con exactitud. Hay quienes dicen que hay, en total, más de un millón de tangos (incluyendo los temas musicales). En el tango canción, ¿cuántas son las letras que se conocen o que se escuchan?

Las letras del tango canción son muchas. Diez mil, quince mil, nadie sabe con exactitud. Hay quienes dicen que hay, en total, más de un millón de tangos (incluyendo los temas musicales). En el tango canción, ¿cuántas son las letras que se conocen o que se escuchan? En el libro de Eduardo Romano Las letras de tango hay alrededor de 350 letras, casi todas muy conocidas y populares. Hay otras antologías con más de 600 tangos, conocidos y no tanto.

Tomemos esto como referencia. ¿Qué vemos en esas letras? ¿Cuáles son los ámbitos o las prácticas que se iluminan? ¿Qué marcas dominantes podemos reconocer? En esta ocasión la pregunta es: ¿es el machismo una marca dominante en el tango?

En principio, el tango no es autónomo de la historia política y social en la que surge y se compone. No como una coyuntura, tampoco como causa, sino como condición de posibilidad: la historia como el suelo donde crece y se despliega el tango.

Así, el tango de los comienzos es relativo, en parte a una economía de la población, y en parte al

despliegue de un discurso sobre la sexualidad en Buenos Aires en el último tercio del siglo xix. Respecto del tango canción, lo que emerge es una pedagogía moral y patriótica derivada de la escuela obligatoria; y, a la vez, la consolidación de los sectores populares. Por último la vanguardia, que será novedad y abstracción, pero aquí no importa tanto.

Hablamos aquí del tango canción, con algunas referencias al tango de los comienzos. ¿Por qué el recorte? Porque es allí donde primero se piensa y se dirime la cuestión de género en el tango, básicamente en las letras (después será en el baile).

El tango canción va desde 1917 hasta fines de los años cincuenta y comienzos de los sesenta. La fecha del comienzo es exacta, la del final no.

En el comienzo y en el final, dos tangos: el primero, indiscutible, "Mi noche triste", con letra de Pascual Contursi y la voz de Gardel. El otro, el último para el tango canción, lo escribe Cátulo Castillo en dos letras: en "La última curda" y en "El último café".

En el comienzo y en el final del tango canción, en las letras del tango canción, está la presencia de la mujer. Pero no del mismo modo ni con las mismas palabras.

En los comienzos, en 1917: arrabal, cafichio, mina, malevo, percanta, cotorro, bacán, milonguita, patota, catrera, cabaret, naifa, convento, guapo, Celedonio Flores, Pascual Contursi, bulín. Un sistema propio, venido en parte del tango prostibulario, de los amores y traiciones gestados en el prostíbulo; y en parte de la intervención moral derivada de la escuela de 1884. Sobre esta heterogénea mezcla se componen los primeros tangos del tango canción. En ellos la mujer, en este caso la querida, ocupa un lugar central. Central porque decide partir, abandonar al hombre que la mantiene, que le da lugar en su cotorro. Irse, ¿a dónde? No sabemos. Se va, avisando o sin avisar y no vuelve. Porque, salvo excepciones, ella no regresa. Y él, ante tanto rechazo, no hace más que dar cuenta de su necesidad de ella, del amor hacia ella. En "Mi noche triste", se va y no avisa. La percanta se va, y él ve que todo se tuerce, el espejo, la cama, los adornos, la puerta. Todo. Justo ella que era la alegría de él y también su sueño abrasador; y él que se queda allí extrañando y entonces quiere emborracharse para olvidar. Y no olvida porque el bulín está lleno de cosas que no es sino ella misma, y todo eso es más fuerte que el alcohol. Ella, en "Mi noche triste", no vuelve....


(La nota completa en la edición gráfica de Sudestada... ¿Por qué publicamos apenas un fragmento de cada artículo? Porque la subsistencia de Sudestada depende en un 100 por ciento de la venta y de la confianza con sus lectores, no recibimos subsidios ni pauta alguna, de modo que la venta directa garantiza que nuestra publicación siga en las calles. Gracias por comprender)

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Autor

Gustavo Varela