No tiene apuro en esta entrevista con Sudestada. Por ese motivo, mientras comparte un mate y recorre el presente de su vida musical, Raly Barrionuevo también tiene tiempo para comentar su rol en la pelea contra la tala creciente en los bosques nativos, las melodías y los personajes de su nuevo disco, la mano de Juan Pablo Toch como productor, los recuerdos de su madre siempre vigentes, las imágenes de una infancia marcada por las vías de un tren, su vida cotidiana de gallinero y cocina cuando no tiene giras a la vista, y el consejo de un amigo que le sirve como enseñanza hasta hoy: “Tenele paciencia a la gente; vos los vas a tener que esperar a ellos”.
Raly Barrionuevo mira por la ventana en el piso once del Hotel Abasto de Buenos Aires, a una cuadra del shopping, y capta sus memorias de la tierra por delante en su corazón y sus creaciones. Allá abajo corren unos niños en un patio, en el recreo, y Raly contempla lo lejano sin largar el mate de boca ancha y el termo de metal. Aún no sonríe, aquí, el músico santiagueño: piensa en su regreso a su casa en las sierras –y a la vez su estudio de grabación– en Unquillo, Córdoba, tras este paso fugaz por el furor porteño. Con su nuevo disco de canciones compuestas estos últimos años, y por su propio sello Disco Trashumante: con visiones tangibles, metafóricas y filosóficas de la tierra rumbo a lo que vendrá.
En el verano, las disputas por la tierra y su conciencia en acción para preservarla generaron un conflicto aún abierto en Córdoba: el intento de modificación de la Ley de Bosques Nativos, aún frenado, que permitiría la tala (el arrasamiento paulatino y crucial) de mayor cantidad de monte para extender la frontera sojera y multiplicar los agronegocios de probada contaminación ambiental y ganancias extremas, sin desarrollo sustentable.
Pero muchos artistas eligieron no dejarlo pasar esta vez. Doña Jovita (la anciana cantora, folclorista y pícara, que encarna el cantautor cordobés José Luis Serrano), Piñón Fijo y Raly Barrionuevo, entre los más conocidos, junto a otros, se pronunciaron abiertamente en contra de ese proyecto de modificación de la Ley. Y una de las entidades patronales del campo en la provincia, la Confederación de Asociaciones Rurales de la Tercera Zona (CARTEZ), les respondió con una carta extemporánea reclamándoles ética artística: que no se opusieran al supuesto progreso del campo cordobés y que no confundieran a la población sobre esta nueva carta blanca para los desmontes seriales.
Ante CARTEZ, Raly Barrionuevo no eligió el silencio. En cambio, difundió una respuesta categórica a CARTEZ, titulada "A los señores que me invitan a callar". Y escribió: "Hablo de ese monte que tantas veces recorrí de la mano de mi madre, una mujer nacida y criada bajo los algarrobos blancos y negros, quebrachos, tinti takos, tuscas e innumerables plantas de nuestra tierra; ese monte que canta por mi garganta y hace música a través de mis manos". Así cerró Raly su carta: "El monte nos enseña, todos los días alguna lección nos da, nos purifica el alma y el camino. Es por eso, señores, que para arrasar con el monte que nos queda tendrán que mirar a sus hijos a la cara y luego pasar sobre nosotros".
Ya pasado el verano, Raly fue retomando la idea del disco de canciones nuevas, con la tierra como disparador de múltiples sentidos. El 29 de mayo, difundió en las redes sociales un video promocional de menos de dos minutos, donde se lo ve y oye en su estudio, fragmentos de tres o cuatro de las obras inéditas. Una de ellas dice: "Seremos agua en la espera de los vientos campesinos", y aquí la desentraña junto a Sudestada: "Una vuelta estaba en Viena, Austria, en la casa de un amigo, y me puse a leer un libro de Gioconda Belli, y justo leí un poema que habla de los hombres y de las tinajas, y como el agua es la primera materia con vida que hay en la existencia, me imaginé que todos en algún momento vamos a ser eso: vamos a volver a ser esa materia. Pero que el agua siempre dice la verdad. Tanto cuando está podrida, cuando viene una creciente o cuando hay sequía, el agua es un espejo de lo que somos como sociedad. Por eso todas las coplas de ese tema dicen 'seremos agua'. No es una canción que hable del cuidado del agua, sino de algo más filosófico. Justo se había cumplido un año de una inundación muy fuerte que hubo en la zona donde vivo yo, en Sierras Chicas, así que el mensaje del agua estaba más vivo que nunca".
Otra letra del video promocional dice "también te busqué sin saber siquiera". Lo explica: "Eso se refiere a cuando, a veces, uno busca a alguien con una intuición del corazón, sin saber siquiera por qué. Como que le da bola a algo que le está hablando desde adentro, aunque no sepa para dónde buscar ni a dónde ir, pero sabe que eso está". Y la última que aparece en el video es un carnavalito, que dice "tu memoria o tu mañana". Explica Raly: "Esa canción habla de algo un poco más terrenal de la tierra, porque el estribillo dice 'a la tierra volverás'. Todos vamos a volver ahí. Esa canción sí habla de la voracidad y de lo insaciable de los empresarios del campo, en Córdoba y en todos lados. Yo a esos tipos no los puedo entender. Allí hablo de manera simbólica de lo que es la resistencia de la gente que tiene resistencia a todo eso, de vivir en armonía con la naturaleza".
Esa letra "salió en el estudio. En realidad era un boceto que yo tenía y nos pusimos con Juan Pablo Toch", alude, en referencia al músico cordobés que integra el grupo Los Toch, y que produce las canciones nuevas de Raly. "Ese carnavalito apareció en el estudio pero no era un carnavalito: era un reggae que yo tenía, bien chiquitito, y que había hecho con el piano en mi casa. Le dimos una vuelta de rosca, lo armamos y lo transformamos en eso. Juan Pablo Toch lo rescató".
–¿Por qué elegiste que él produjera el disco nuevo?
–Él es un gran productor y es un tipo que me conoce mucho: conoce toda mi historia, mis discos, y desde hace un tiempo ya tenemos una relación familiar. Juan Pablo vino un día al estudio: yo había comenzado a trabajar mucho, solo, en los demos. Pero las canciones que tenía eran demos muy muy toqueteados, y yo ya no sabía para dónde iba con tanta información. Entonces, lo que hizo Juan Pablo estuvo buenísimo. Limpió todo y dijo: "Lo que haría es empezar de cero. Me parece que vos cantando estás mejor que nunca". Y yo le contestaba: "Yo siento que aprendí a cantar hace dos años". Antes cantaba porque cantaba. Y lo que hicimos fue volver a cero todo, y Juan Pablo me dijo: "Yo quiero que las canciones suenen con tu guitarra y tu voz, y de ahí en más como salgan". Y no hablamos más. Paré todo y ahí nos tomamos un par de semanas para preproducirlo, grabando en el teléfono. Luego él me fue haciendo las devoluciones y, cuando eso estuvo listo, volví al estudio ya con todo muy avanzado...
(La nota completa en la edición gráfica de Sudestada... ¿Por qué publicamos apenas un fragmento de cada artículo? Porque la subsistencia de Sudestada depende en un 100 por ciento de la venta y de la confianza con sus lectores, no recibimos subsidios ni pauta alguna, de modo que la venta directa garantiza que nuestra publicación siga en las calles. Gracias por comprender)
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