El más reconocido exponente de la música popular uruguaya charló con Sudestada sobre el lanzamiento de su último disco Hermano te estoy hablando y desmenuzó la historia de varios de los temas que lo componen. Autodefinido como rockero, Jaime Roos habló de sus discos favoritos y de su pasado en Europa como okupa, la actualidad del carnaval oriental y la nueva generación de músicos uruguayos. Opinan los músicos de su banda, Hugo Fattoruso y Nicolás Ibarburu, y el escritor Mauricio Rosencof (cuyo libro La Margarita, Roos musicalizó).
Quién hubiera pensado que aquél botija del Barrio Sur de Montevideo, que salía a las calles con las murgas infantiles y las batucadas, se convertiría en el artista más reconocido de Uruguay... Prócer y embajador del "sur del sur", Jaime Roos revolucionó la música local de su país y fue pionero en el posicionamiento mundial de esos ritmos. Combinó como nadie los sonidos orientales, la murga, el candombe, el fútbol, elementos identitarios de su patria que plasmó y cristalizó a lo largo de sus trabajos.
Con una lista extensísima de canciones que supieron constituirse como parte del folklore charrúa, el cantautor decidió armar, en esta oportunidad, un nuevo disco en el que esos himnos quedaran afuera por un rato.
Hermano te estoy hablando está formado por aquellos temas de menor difusión, que Jaime se dio el gusto de reversionar. Con una formación en la que lo acompañan Nicolás Ibarburu, Hugo Fattoruso y Gustavo Montemurro, la idea de hacer shows intimistas se vio superada por la repercusión que las presentaciones tuvieron.
Con un arte de tapa diseñado nada más y nada menos que por Gustavo Barreto (historietista uruguayo que publica su material en reconocidas editoriales estadounidenses dedicadas a tiras de superhéroes), el comic en blanco y negro recrea una breve historia en la que Roos recorre las calles de su ciudad natal, se cruza con varios jóvenes y entra a tocar en un boliche.
En relación a cómo nació la idea de tomar las canciones que conforman la placa, Jaime dice que "ante todo fue el espectáculo; hace años que me piden este show: gente allegada, los fans de la primera hora, los históricos, los que conocen estas canciones que yo llamo 'de álbum', a diferencia de los hits radiales. Estas canciones, en algunos álbunes, son más importantes que los hits, porque son como medulares para los discos, pero no fueron las que se eligieron para difundir por radio. En el álbum Siempre son las cuatro, los
temas que abren ("Hermano te estoy hablando" y "Quince abriles") son fundamentales para el disco; sin embargo el hit fue "Adiós juventud" y el otro, "Nadie me dijo nada". Pero el disco sin "Hermano te estoy hablando" y sin "Quince abriles" no existe. Entonces a qué voy, a que estas canciones no son de segunda categoría, no son de desecho, no son ni herméticas ni estrambóticas, son canciones que tienen un papel muy importante en los discos, pero que en general yo no toco en vivo, puesto que masivamente no se conocen. Si yo toco para veinte mil personas y toco alguna de estas canciones, la gente se queda de
brazos cruzados y no aplaude porque no saben ni lo que oyeron; es el problema que uno tiene cuando por un lado encara a un público masivo y por otro, a un público sofisticado.
Finalmente, porque cada cosa en la vida tiene su momento, en febrero de 2008 decidí llevar adelante el proyecto del espectáculo "Hermano te estoy hablando".
–En ese momento ni pensabas en el disco…
–Para nada. Armé un cuarteto, puesto que íbamos a tocar en café concerts. Quería que fuera un show intimista. Yo tengo una banda de doce integrantes y eso en un café concert es inviable a nivel económico; es más, ni entramos muchas veces en el escenario. Entonces pensé precisamente que iba a ser un espectáculo intimista, para ese sector del público que conoce los discos enteros, que no escucha el corte de difusión o el tema que pasan por la radio, sino que son conocedores de cada tema. Pensé que íbamos a hacer unas cuantas funciones, en un lugar chico, para ese sector.
Pues no, la realidad sorprende. Terminamos haciendo, en de julio de 2008, en Montevideo, cinco teatros Solís (el teatro mayor de nuestra ciudad), y el 70% de la gente no conocía las canciones: querían escucharlas.
Porque yo parto de la base, por años de experiencia en música popular, que en general la gente quiere escuchar lo que ya conoce a través de un disco: o sea, se compra el disco, escucha las canciones una vez, otra vez, las entiende, las incorpora y después, cuando las ve en el escenario, las disfruta mucho más, les siente el gustito de otra manera.
Ojo que somos todos iguales, eh. Entonces no me imaginé que iba a ir tanta gente que no conocía las canciones, simplemente para escuchar un nuevo espectáculo mío. Para mí fue una gran alegría, obviamente, pero al mismo tiempo me quedé un poco preocupado, como diciendo "esta gente está escuchando unas cosas raras para ellos que…"; pues
no, a mucha gente le gustó, gustó mucho el concierto a pesar de no tener muy claro la mayoría de los temas, entonces se puede decir que el espectáculo tuvo éxito
Del orfanato a la gloria; de la cárcel a llenar estadios como líder de Los Abuelos de la Nada; de ...
Pablo Villalba, guía espiritual (verá opiguá) de los guaraníes mbya, tiene 105 años, vive en Santa Ana Miní, en Misiones, ...
Las orillas del río Paraná parecen ocultar un misterio con su osamenta de niebla y sombras. Es el misterio de ...
Sutil artesano de la melodía; implacable compositor; la melancolía de su música trasciende las fronteras del jazz. Pero detrás del ...
Persiste por estas tierras una vieja discusión que se repite cada tanto a nivel político.