Radios alternativas: Otras voces, otros diálogos

Otro año, otro BAFICI. Doce días sin dormir y sin comer. Largas colas, interminables escaleras, aceleradas carreras contra reloj entre sede y sede, entre sala y sala. Una misión: elegir una de entre cerca de 450 películas para hacer una nota. Un sábado al mediodía una proyección de prensa abarrotada de viejos críticos ceñudos y jóvenes estudiantes de cine posmodernos comenzó a oler a espíritu adolescente, pero con un perfume nuevo, sin el olor rancio de ese sector del nuevo cine independiente nacional que ya nos tiene hastiados de jóvenes abúlicos, silenciosos, depresivos, muertos. Estos reían, corrían, buscaban, preguntaban, cantaban, bailaban, jugaban. Estaban vivos, sentían una urgencia por descubrirlo todo ya, igual a aquella que alguna vez sintieron los jóvenes y viejos que ocupaban las butacas. Al terminar la función, la misión estaba cumplida: Glue (historia adolescente en medio de la nada) era la película elegida.

Sudestada se reunió dos veces con los "hacedores" de la película, que fue la gran ganadora del festival: se llevó el premio a la mejor película de la competencia nacional, el premio del FEISAL y el premio del público.

Encuentro 1

Viernes 21 de abril. 15:30. El sol había logrado abrirse paso entre las nubes otoñales y le daba de lleno en el rostro adormilado. Sentado en un escalón en el barrio del Abasto, Alexis Dos Santos, de 32 años, se parece bastante a los adolescentes de su opera prima. Hace diez años que se fue del país. Tras una breve estancia en Barcelona, se instaló en Londres. A pesar de ello decidió filmar su primer largo en Argentina, "Zapala es donde yo pasé mi adolescencia, quería hacer una película sobre adolescentes y me pareció que tenía sentido que transcurriera allí". Mientras bebe lentamente su café nos habla del particular método de trabajo utilizado en Glue, "la película está llena de cosas que iban apareciendo en el momento con los actores, porque era toda improvisada. La historia estaba escrita como una cosa muy básica. Eran 17 páginas de guión, pero no había diálogos, era un guión tratamiento. Entonces, cada escena eran tres o cuatro líneas escritas, y a la hora de trabajar con los actores iban apareciendo constantemente ideas nuevas."

Glue es, en gran medida, una película de los actores. El triángulo protagónico conformado por Nahuel Pérez Biscayart, Inés Efrón y Nahuel Viale, funciona como un sólido trípode sobre el cual se sostiene todo el peso del film. No sólo las actuaciones individuales son destacables sino que el efecto producido por su interacción hace imposible siquiera pensar que la película hubiera podido ser interpretada por otros actores.

¿Cómo los elegiste, cómo llegaste a ellos?

Hice un casting. Había que encontrar la constelación, armarla. Se dio bastante rápido, porque los chicos son muy amigos entre ellos. Estudiaban teatro juntos. Eso también me hizo decidir enseguida, cuando me di cuenta que era así, estaba servido en bandeja. No había que buscar ningún tipo de complicidad. Ya estaba.

La aridez del paisaje sureño, los colores en tonos sepia y rojizos, y la incorporación de fragmentos filmados en 8 milímetros en los que los personajes principales dan a conocer sus pensamientos, a modo de diario, convierten a la película en una mirada íntima y nostálgica sobre la adolescencia.

¿Cómo se te ocurrió insertar esos fragmentos?

Llevé cámara y material de súper 8 para filmar, porque sabía que quería usar algo que tuviera que ver con un lugar más mental del personaje de Lucas. Y después, cuando empezamos a ensayar y a trabajar con los actores, compramos unos grabadorcitos que les dimos a cada uno de los chicos, donde tenían que grabar sus pensamientos, secretos, cosas incontables, una especie de confesionario o diario íntimo. En realidad, se los di para que ellos exploraran dimensiones de los personajes. Y cuando empezamos a escuchar las grabaciones me di cuenta que eran clave, que iban a ser la forma de entrar a la cabeza de los personajes y es lo que terminé usando en la película.

Antes de despedirse de Dos Santos, Sudestada le comenta que va a entrevistar a Nahuel Pérez Biscayart y el director decide sumarse a ese próximo encuentro.

Encuentro 2

Miércoles 10 de mayo. 17:50. Sentado cerca de la puerta del bar La Orquídea nos espera Nahuel Pérez Biscayart, catalogado hasta el hartazgo como "la nueva promesa del cine nacional", rótulo al que parece escapársele que más que promesa es una realidad. Dos Santos llega más tarde. Conversamos acerca de por qué Glue es una película diferente a aquellas otras que, con temáticas similares, se produjeron en los últimos años en el país.

¿Sienten que Glue se aleja de las otras películas sobre adolescentes que se hacen acá?

Nahuel Pérez Biscayart: Estando dentro parece tan natural, tan lógico lo que salió, tan nuestro, que me cuesta darme cuenta que está bueno y que se diferencia mucho de otras películas. Me queda más claro cuando alguien me lo dice y yo trato de distanciarme y me doy cuenta que es verdad, o cuando veo el DVD y veo que todas las escenas de la película están buenas y que en todas pasa algo interesante. Hay algo que está despierto, que está pasando. Está bueno trabajar en una película en la que haya cosas para actuar...

(La nota completa en la edición gráfica de Sudestada Nº49-Junio 2006)