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Malditas

Willia Mae Thornton. Me llaman "Big Mama"

Big Mama frunce el ceño y larga un alarido que abraza el sonido de la guitarra de Pete Lewis. Vestida con una camisa a cuadros, ladra “Hound Dog” y su mandíbula se ladea. Todo en ella es inmenso y potente: su cuerpo se bambolea como una formación de ferrocarril latiendo y resonando por todo el escenario, mientras su voz estalla desde lo más profundo de su vientre. El blues es la vía a través de la cual denuncia la opresión racial, de género y de clase.

Big Mama frunce el ceño y larga un alarido que abraza el sonido de la guitarra de Pete Lewis. Vestida con una camisa a cuadros, ladra "Hound Dog" y su mandíbula se ladea. Todo en ella es inmenso y potente: su cuerpo se bambolea como una formación de ferrocarril latiendo y resonando por todo el escenario, mientras su voz estalla desde lo más profundo de su vientre. El blues es la vía a través de la cual denuncia la opresión racial, de género y de clase.


Willie Mae Thornton nació redonda, como una luna, bajo el cielo negro de Ariton, Alabama, el 11 de diciembre de 1926. Hija de Mattie Haynes y del pastor baptista George W. Thornton, creció junto a cinco hermanos en el sur de Estado Unidos, una región violentada por la depresión económica y el racismo, donde la música era la posibilidad de expresión y de encuentro con los sueños y la esperanza. A los cuatro años cantaba junto a su madre en el coro de la iglesia dirigida por el pastor Thornton. Pero las ceremonias con la pequeña eran demasiado salvajes para la iglesia, por lo cual comenzó a tocar la armónica, aprovechando que su hermano desechaba las que ya no usaba; Willie Mae las rescataba de la basura y practicaba, y a los ocho años ya sabía manejar el instrumento. Así, soplaba en las tardes que debía quedarse en casa, en lugar de estar en la escuela, para cuidar a su madre que había enfermado gravemente.


A los catorce años, su madre murió de tuberculosis y Big Mama abandonó el hogar; no deseaba quedarse allí cumpliendo las tareas domésticas. Tampoco quería ser otra cosa que no fuera ella misma. Usaba el cabello corto, ropa masculina y de trabajo. No le gustaban los estereotipos de género establecidos y fue eligiendo la manera de construir su sexualidad.


El blues es ese aire caliente que se esconde entre el pecho y el alma, y la única forma de sacarlo es cantando, pero Willie Mae todavía tenía que encontrar la oportunidad. Mientras tanto, para buscarse la vida, ganaba algunos pesos limpiando los baños de un bar. Una noche, el cantante habitual del lugar estaba demasiado borracho como para subir al escenario, así que Big Mama convenció al dueño de que ella podía hacerlo. Después de ese día, ya no seguiría limpiando. Se sumó al grupo itinerante Hot Harlem Revue, con quienes participó de la comedia Snake Anthony, en el teatro Pekín de Montgomery, Alabama. En esos años, quedó embarazada pero le quitaron la custodia de su hijo y no volvió a verlo nunca...


(La nota completa en la edición gráfica de Sudestada)

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El colectivo de Revista Sudestada esta integrado por Ignacio Portela, Hugo Montero, Walter Marini, Leandro Albani, Martín Latorraca, Pablo Fernández y Repo Bandini.