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Entrevista con Andrea Prodan

"Cuando te sacás de encima los prejuicios, crecés"

Lejos de sacar provecho del apellido ilustre que dejó su hermano en el rock nacional, Andrea Prodan se debate entre continuar haciendo punk-rock con Romapagana -su actual banda-, discutir acerca del rol del actor en la sociedad y buscar proyectos con aristas más libertarias.

Algún día se debería escribir un libro sobre distintos casos de quienes llevan la mochila pesada de cargar con un apellido ilustre en el mundo del rock: se puede posar para la cámara, imitar sus movimientos y tomar cierta distancia o dejarse llevar y hacer lo propio sin negar la ligazón ni el entendimiento fraternal entre hermanos. Como Luca, tuvo una infancia de lujo en su Italia natal para luego estudiar en los mejores colegios escoceses e ingleses. Pero algo no les cerraba a los dos desde sus iniciales charlas adolescentes. El punk fue la primera expresión que los unió para decir no. Andrea Prodan, por supuesto, se parece a su hermano pero es definitivamente distinto. Con motivo de saber sobre el presente de su carrera musical que lo tiene como líder de Romapagana desde hace un par de años, nos juntamos a escucharlo en un bar. Mientras encendemos el grabador, lee en la última Sudestada la declaración de Paco Ibáñez sobre los Rolling Stones y esboza una sonrisa. "Sabés que estos tipos, pese a que uno imagina que no tienen nada más que hacer, cuando los vi en vivo me demostraron que la pasaban bien y que no hay edad para hacer rock", explica.

-¿Cuándo conociste Argentina y qué sensaciones te generó?

-Llegué a Argentina gracias a Luca en el 82, después de la guerra de Malvinas. Yo estaba estudiando en Inglaterra cuando fue la guerra y el contraste que había entre lo que se decía acá y allá era impresionante. En esos años vi a Sumo en el Café Einstein. Era raro ver de día a la ciudad, donde parecía todo ordenado, con gente en traje y a la noche estabas en un show de Sumo y era una locura. Esos lugares en Roma no existían, era una paradoja que en plena dictadura pudiesen existir lugares así. Y ahí pude ver lo que era Luca en acción, entendí todo lo que me contaba en cartas. Estaba en su cruzada libertaria, gozando a pleno en un país represor, muy alocado. Además vos sabés que él pasó una vida reprimido, tuvo ese karma. Desde chico, en los colegios en Escocia, con la relación con mi padre, el servicio militar. Era un tipo conflictivo, pero acá logró sacarse algo de eso. Y lo plasmó en sus canciones. No era un tipo político, era -en ese sentido- más parecido a Frank Zappa que a Joe Strummer, pero con ese espíritu logró movilizar más que otros panfletarios.

(La nota completa en la edición gráfica de Sudestada Nº 95 - Diciembre 2010)

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Autor

Ignacio Portela