Con frecuencia me preguntan: "¿Qué es ser travesti? ¿Por qué decís que sos travesti? ¿Te vestís de 'mujer' sólo de noche"... y muchísimas preguntas más en torno a por qué muchas de nosotras nos definimos como travestis y no como mujeres trans. Entonces quisiera saber si a ustedes les preguntan: ¿qué es ser hombre o mujer? o ¿por qué decís que sos hombre? ¿por qué decís que sos mujer? Creo que no…
Con frecuencia me preguntan: "¿Qué es ser travesti? ¿Por qué decís que sos travesti? ¿Te vestís de 'mujer' sólo de noche"... y muchísimas preguntas más en torno a por qué muchas de nosotras nos definimos como travestis y no como mujeres trans. Entonces quisiera saber si a ustedes les preguntan: ¿qué es ser hombre o mujer? o ¿por qué decís que sos hombre? ¿por qué decís que sos mujer? Creo que no…
La postura que nos lleva a identificarnos como travestis no está determinada terminológicamente de acuerdo a una definición de diccionario. Tampoco existe una diferenciación específica con mujeres trans, tal como que las travestis tengamos dos tetas y las mujeres trans tres o viceversa. Simplemente definirse como travesti es un posicionamiento político por toda su connotación disidente, combativa y reivindicativa de nuestra propia historia como comunidad.
Para muchas de nosotras no hay una respuesta acabada de qué es ser travesti, como creo que tampoco la hay de ninguna otra identidad. ¿O acaso todo hombre es igual a otro? ¿O toda mujer es igual a otra? Entonces, ¿por qué deberíamos nosotras ser todas iguales o definirnos de igual manera? Lo que muchas de nosotras tenemos muy claro es que vivimos en un sistema binario y cisheteronormativo que sólo acepta hombres y mujeres, y no cualquier hombre o mujer. En nuestras culturas patriarcales se esperan hombres fuertes, proveedores, machos, protectores, exitosos, y siempre dispuestos a demostrar su hombría a través de las relaciones sexuales activas, ¿podría decir un hombre "hoy no tengo ganas"?
Por lo contrario, se espera de las mujeres que sean sumisas, tiernas, entregadas a los quehaceres del hogar y, sobre todo, entregadas a los mandatos de los hombres. Y así debe ser en este sistema binario que ya tiene roles determinados según el género impuesto al nacer, que suele variar entre hombre-mujer. Entonces nosotras podemos decir que la identidad travesti rompe con esa estructura binaria, nosotras somos la demostración cabal de que quien nace con una genitalidad puede autoconstruirse en una identidad diferente a la impuesta al nacer. La identidad travesti ha sido y sigue siendo controversial y estigmatizada incluso entre nosotras mismas (quienes se definen como mujer trans, trans, transgénero, etc.). Por otra parte, sigue siendo relacionada primeramente al discurso de "un hombre vestido de mujer" como si la identidad de las personas se rigiera por la vestimenta, ¿no? O, acaso, si yo mañana me pusiera un traje con corbata o simplemente me desnudara, ¿dejaría de ser Florencia, travesti?
Luego debemos decir que es una identidad que siempre ha sido ligada a la pobreza, drogas, vih-sida, prostitución, marginalidad, etc. Y me vuelvo a preguntar: si atravesamos todo eso, ¿es el recargo que se nos impone simplemente por tener una identidad de género, que no es lo que se esperaba de quienes nacimos con pene y nos revelamos a los mandatos del patriarcado?
Esta sociedad heteronormativa otorga roles y privilegios a partir de la lectura genital de las personas y, dependiendo de esa lectura genital, lo que se espera de esa identidad impuesta, sus habilidades, la posición social, la moral y la sexualidad de cada persona. Así, por lo general, un cuerpo que porte pene seguirá estas imposiciones, y un cuerpo que porte vagina, lo mismo, y nosotras travestis perderemos todo tipo de privilegios de los que goza la hegemonía binaria al renunciar a la teoría de que quien nace con pene es hombre y quien nace con vagina es mujer...
(La nota completa en la edición gráfica de Sudestada... ¿Por qué publicamos apenas un fragmento de cada artículo? Porque la subsistencia de Sudestada depende en un 100 por ciento de la venta y de la confianza con sus lectores, no recibimos subsidios ni pauta alguna, de modo que la venta directa garantiza que nuestra publicación siga en las calles. Gracias por comprender)
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