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Un diccionario del Flaco...

Spinetta de la A a la Z

Las palabras, efímeras e incompletas, de vez en cuando nos permiten acercarnos a las cosas. En la obra gigante de Luis Alberto Spinetta, las palabras acarician sensaciones, climas, silencios y pasiones. Como signos del alma, como un lenguaje secreto que pocos conocen, fueron un puente con quienes escuchamos su música. Y en este juego infinito de intentar atraparlas, borroneamos un diccionario pleno de mística y evocaciones. Un pequeño diccionario spinettiano para abrir la ventana de la nostalgia.

Agresividad

"Quizás esa sea la música que más me gustaría tocar [en referencia a la música de Los Socios del Desierto], pero cuando veo que se comienzan a golpear en los recitales... 'No, flaco, no, tranquilizate y vení que toco lo que quieras. Sí, no te golpées mientras yo estoy tocando, no te lastimes'. Yo que soy papá, cuando tocábamos con Los Socios del Desierto veía a un pendejo de la edad de Valentino reventándose la cabeza contra otro, con un hilo de sangre en la cara, y ya no te daban ganas de tocar. Y a la vez son cosas de una juventud que se acostumbró a esa agresividad".

(Entrevista con Sergio Marchi, publicada en Página/12, 11 de septiembre de 2005)

Almendra

"Era un conjunto de familia, autodidacta, un grupo que se proponía hacer algo que rompiese con todo. Ya existía una banda brillante en Uruguay, Los Shakers, y luego aparecieron Los Gatos, con Litto Nebbia, un gran maestro que nos reubicó a todos con sus letras en castellano. Los Shakers eran un grupo increíble, eran como los Beatles pero con sus propios temas, una música que me pareció impresionante. Esas fueron dos grandes influencias de Almendra. Cuando la formamos lo compartíamos todo, éramos compañeros de colegio... Queríamos imprimir un carácter revolucionario a nuestro trabajo, algo que se logró, pues con nuestra música se terminó la 'Nueva Ola' de artistas como Palito Ortega, que hacían temas con un gran éxito comercial, pero con resultados musicales nefastos. Almendra es el grupo más importante en el que yo he estado porque es el que fijó mi camino artístico: musicalidad sin concesiones y lírica sin concesiones. Al final de la historia de Almendra, la compañía nos propuso hacer cosas que no nos agradaban. Nuestra música no era popular, no teníamos apoyo. Luego la compañía se inventó un disco horrible a nuestro nombre, con grabaciones... Ese no es un disco mío, siempre lo rechacé. Por otro lado, hubo diferencias personales que marcaron su fin".

(Entrevista con Ernesto Piedra, Madrid, 2002)

Amor

"Amo una creación sin concesiones. No tengo concesiones con los monstruos que tengo en la cabeza que me llevan a crear. Mirá, la ecología empieza por casa; si sos un contaminado no podés gritar que el mundo se está pudriendo. Es fundamental hacer las cosas para darle una mano al tipo que la necesita, no vivimos en una sociedad de tipos solos. Lo que amo es eso: la ideología que empieza por casa. Tener conciencia de todo lo que debo darle a mi hijo; conciencia de cómo debo utilizar mis instrumentos de trabajo; de cómo no tengo que permitir que mis instrumentos se rompan; de cómo cuidarlos porque para mí son oro".

(Entrevista publicada en revista Pelo, 1977)

Beatles

"No sé, los músicos que niegan a los Beatles... No sé, si los niegan como imágenes, no los entendieron. Si los niegan musicalmente, tal vez estén encontrándose a sí mismos; se niegan también ellos. Nosotros una vez encontramos a un tipo que los negaba. Los negaba mientras los estábamos escuchando; temas viejos que son geniales... Y el tipo los negaba totalmente. El otro día estuvimos escuchando un tema de los Beatles, nos reíamos porque era totalmente psicodélico; es una premonición, una premonición de un sonido, de una necesidad de ahora. 'Cada pequeña cosa', se llama... Creo que los Beatles anticiparon todo ya. Es una cosa de la cual esta cultura tomó solamente una parte. Y chau".

(Entrevista con Emilio Giménez Zapiola, publicada en Gente, noviembre 1972)

Bolas

"Simplemente hay que tener las bolas puestas para decidir cosas que son fundamentales. Nunca le vendería mi música a Knorr Suiza para hacer una propaganda, ni a Quilmes, ni a nada. Yo no le quiero vender nada a la gente, ni mi música. ¿Encima le voy a vender una Coca-Cola? Yo adoro la Coca-Cola, pero es para tomar, no para que yo la publicite. No me siento para nada cómodo. ¿Te imaginás a mí, cantando: 'Coca-Cola y el Flaco, una pa­sión'?

(La nota completa en Sudestada de Colección N° 11)

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El colectivo de Revista Sudestada esta integrado por Ignacio Portela, Hugo Montero, Walter Marini, Leandro Albani, Martín Latorraca, Pablo Fernández y Repo Bandini.