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Sobre el disco Raíz Spinetta

Cantar al Flaco en ritmos de la tierra

Una idea que nació al modo de micros radiales para FM La Folklórica 98.7 Mhz, de Radio Nacional, se transformó en un proyecto impensable: el disco triple Raíz Spinetta, en el que 73 artistas del siglo XXI, en cruce con otros géneros y lenguajes, versionan 53 obras de Luis Alberto Spinetta en las claves y los ritmos de música folklórica. Los padres del proyecto, Néstor Díaz y Mauro Torres, además de Catarina (hija), Gustavo (hermano) y muchos de los artistas que participaron, testimonian qué vivieron alrededor de Raíz Spinetta, editado en septiembre de este año e incluye dibujos inéditos del Flaco.

De produjo al fin. Hace años, desde que una nueva generación de músicos de la raíz folklórica generó estéticas en cruce y poéticas sin freno, con un ojo en la tradición y otro en la contemporaneidad, la figura de Luis Alberto Spinetta comenzó a girar como un alma influyente, no tan lejana, también para aquellos artistas no asentados dentro del rock. Así, el folklore arraigado al siglo XXI le debe tanto a Spinetta como al Cuchi Leguizamón, a Atahualpa Yupanqui, a Juan Falú, a Rolando Chivo Valladares o al propio Peteco Carabajal. Y Spinetta, conectado con músicos del jazz que tocaban con él o dentro de propuestas más folklóricas, atesoraba y celebraba esos puentes.

Algunas coordenadas lo marcan: se sabe que el primer tema que sacó en la guitarra, a los 12 años, fue el clásico "Ki Chororo", del sanducero Aníbal Sampayo; también, que compuso a los 15 años el aire de zamba "Barro tal vez" (zamba precursora del rock argentino) que cantó y grabó con Mercedes Sosa; o que tocar y grabar con Fito Páez en los ochenta también fue una estela para su mirada moderna de la raíz de las provincias; y que además compartió con Liliana Herrero, a quien legó su canción "Bagualerita", y hasta compuso una zamba inédita pero que cantó numerosas veces en vivo: "Luna Nueva (Mundo Arjo)".

Las coordenadas podrían seguir. El folklore sin estridencias, sin espejos de tradiciones congeladas, estuvo siempre cerca de Spinetta. Y los músicos con claras huellas técnicas en cruce a lo clásico, al jazz, a los secretos rítmicos de cada región tanto como al rock, traen a Spinetta consigo. Él estará siempre con ellos como nueva interrogación de tensiones en la cultura y en la historia argentinas (como vislumbra Liliana Herrero). Esta certeza vibró para Mauro Torres, operador técnico en FM La Folklórica 98.7, spinettiano hasta la médula. Primero fue Torres, que en 2013 craneó junto a Pedro Patzer, guionista y autor de contenidos de la 98.7, la idea de que Spinetta sonara en La Folklórica. ¿De qué manera? Desde unos micros radiales para los cuales diversos artistas del género versionaran, en rítmicas folklóricas, distintas canciones del Flaco. Además tramó un nombre, "Spinetta se hace folklore", para los micros, y una artística a tono (Spinetta cantando con la Negra Sosa). Allí nació el concepto, que materializaron martes y jueves, en distintos horarios.

Pero la etapa de los micros logró tal fervor, y se plegaron tantos artistas -quienes grabaron sus versiones en el Estudio La Montaña, del guitarrista y arreglador Néstor Díaz-, que devino en algo más ambicioso aún. Fue así: una tarde de 2013, Torres fue a ver al gran Rodolfo García al Espacio Cultural Nuestros Hijos (ECUNHi), cuando era coordinador del área de música (hoy es Director Nacional de Artes) y le reveló: "Rodo, estoy con esto, ¿qué te parece?". A la cantante Chiqui Ledesma (de María y Cosecha), y que hoy coordina las actividades artísticas en el ECUNHi, también le encantó la idea. Y Rodolfo García soltó: "Pibe, esto tiene que ser un disco. Porque la radio pasa, la gente lo escucha y luego no se acuerda".

"Esto tiene que ser un disco", le había también sugerido Néstor Díaz. Y él le contestó: "Loco, me estás diciendo lo mismo que me dijo Rodolfo García. ¿Te animás?". Entonces nació el proyecto: hacer un disco triple con muchas de esas versiones de obras de Spinetta y otras nuevas. Con un sonido cuidado, sutil, y con las coordenadas del Flaco, releído desde el folklore hasta en cada mínimo pulso. El disco se llama Raíz Spinetta, cuenta con 53 versiones a cargo de 73 artistas, y el 23 de septiembre saldrá en todo el país. Habrá una presentación en Buenos Aires y las regalías serán para la Fundación Huésped. El fin social, como complemento y corolario del desafío estético.

Cuenta Catarina Spinetta, hija de Luis, en diálogo con Sudestada: "Cuando nos acercaron la idea de este súper proyecto, hace un año, nos pareció muy importante que artistas de este género quisieran versionar la música de papá. Néstor Díaz nombró a varios artistas reconocidos que iban a estar participando, y de la forma respetuosa que se iba a tratar la obra, y sin dudarlo la familia apoyó semejante homenaje. Si bien su obra es una piedra fundamental de nuestro rock, lo es también en la música popular y, dada la riqueza lírica y musical, es interesante que pueda llegar a nuevos oídos. Los colores en los que puede convertirse su música son infinitos porque es una inmensidad en sí misma".

Será arduo describir con palabras urgentes a las canciones de Spinetta llevadas sutilmente a distintos ritmos folklóricos. Él pareciera haber estado siempre allí: sus respiraciones en 6 x 8, sus melodías con angulosidades bagualeras, sus vuelos zambísticos, es como si ya hubiera estado contenido en el magma spinettiano. Lo que Raíz Spinetta logra es abrir cruces posibles para el mañana. Dice Mauro Torres: "Cuando empezamos con esta obra no imaginamos que iba a resultar de este peso. Surgió por 'Barro tal vez' y, con la agenda de La Folklórica empezamos a llamar a todos los del palo. Al mes me junté con Néstor, al que no conocía. Hoy somos como compañeros de secundaria. Hubo incluso artistas a los que les estuvimos un año detrás, como el bajista Marcelo Torres, que fue parte de Los Socios del Desierto".

(La nota completa en Sudestada de Colección N° 11)

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Autor

Patricio Féminis