Poder Obrero: Sueños de revolución

El Flaco Valentín

El 6 de enero de 1949, en el caluroso verano tucumano, nació Rodolfo Lucio Espeche. No debió resultar fácil para María Zulema Espeche ser madre soltera en la ultra conservadora Tucumán de aquellos años. Hoy tampoco lo sería. Contando sólo con la colaboración de su madre y de su tía, María Zulema afrontó con fortaleza y decisión la crianza de su hijo. Un vínculo sumamente intenso los unirá, algo que se mantendrá a lo largo de toda la vida de Rodolfo, donde la figura de su madre tendrá una enorme gravitación hasta el último de sus días.

Terminada la escuela secundaria, Rodolfo decide seguir sus estudios universitarios en la ciudad de Córdoba. Hacia allá fue para estudiar Artes Plásticas y, al mismo tiempo, para tomar distancia de la avasallante presencia materna. Por entonces gobernaba, de facto, el general Juan Carlos Onganía y en esa provincia mediterránea, se iban desarrollando las contradicciones económicas, políticas y sociales que poco tiempo después parieron el Cordobazo, esa fantástica rebelión obrera y popular que echó por tierra los planes fascistas y a per-petuidad del líder de la autode-nominada "Revolución Argentina".

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"El Cordobazo puso en jaque a la dictadura, dictó su sentencia de muerte. Desde ese momento, y luego del patético fracaso de Levingston arrasado por la marea popular, el problema de la 'Revolución Argentina' consistirá en implementar una retirada honorable. La gran burguesía debía encontrar otra vía para realizar sus intereses estratégicos. Ahora se trata, nuevamente, de 'pacificar', de canalizar el alzamiento de masas por las vías institucionales, permitiendo a las FF.AA. recuperarse del desgaste político sufrido en seis años de gobierno".

(La nota completa en la edición gráfica de Sudestada Nº77)