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En la calle

Cuesta arriba por tierras riojanas

Como la cabra que trepa el monte, los campesinos de La Rioja dan pasos firmes sobre terreno escabroso, buscando una voz que se escuche en toda la provincia. De piedra en piedra, mientras sortean todo aquello que afecta al productor pobre, resurgen las armas del campesino: el trabajo, el intercambio y la resistencia.

Desde que llegó la luz a Higueritas, los cuatro ranchos de adobe y caña tienen otro color por las noches, iluminados apenas por tenues lamparitas de 25 watts. La luna en cambio no nota la diferencia. De fondo se despliega el telón rojizo de Talampaya, el marco imponente de una lucha todavía dispersa pero con el paso firme del caminante.

Los pueblitos se despliegan por todo el valle, entre arbustos y cardones que van trepando por los montes. De vez en cuando, un algarrobo. De vez en cuando, un río. Sus pobladores tratan de sobrevivir con huertas bien trabajadas por todos los miembros de la familia. Pero el progreso llega en cuentagotas, al igual que sus expectativas. Algunas comunidades fueron agraciadas por la desviación casual de un río, pero la mayoría en la región del Valle del Bermejo sólo dispone de un escaso suministro diario de agua. Todas las mañanas, un enviado del Comité de Aguas, un hombre de cara roja y camisa apretada, les avisa en qué momento del día tienen permiso para abrir la compuerta del canal, no más de 30 ó 40 minutos, siempre y cuando hayan pagado los dos pesos mensuales del servicio.

La Rioja recibe 300 ml. de lluvia por año, muy lejos de los 1800 de la región pampeana. El suministro comunal es desparejo y favorece a unos pocos elegidos, relegando a los sectores pobres, que abarcan a más de la mitad de la población. Chacho recuerda, angustiado, la vez que lo mandaron a hacer una changa en una finca: "¡El agua corría por la calle!". Los privilegiados se fueron así conforman-do como grandes empresarios, pudiendo planificar su producción en forma extensiva.

(La nota completa en la edición gráfica de Sudestada Nº77)

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Autor

Martín Azcurra