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Entrevista con Paco Ignacio Taibo II

"Aburrir al lector es un pecado imperdonable"

La historia como fuente narrativa; la pasión como eje de la historia. Después de narrar las vidas de Pancho Villa y el Che Guevara, el hispano-mexicano Paco Ignacio Taibo II presenta en esta nota su última novela. Allí da cuenta del devenir de Antonio Guiteras, revolucionario cubano de los años 30 poco reconocido por la iconografía americana. Además, como adelanto exclusivo, Sudestada publica el prólogo de Tony Guiteras. Un hombre guapo.

Paco Taibo II derrama un vertiginoso caudal de palabras por minuto. Frenético ritmo con el que atraviesa puntos de su vasta producción literaria, desde hace unos años volcada a la biografía o "historia narrativa", como él la define. Luego de su labor como jurado en el rubro de Literatura testimonial del Premio Casa de las Américas, presentó en Cuba Tony Guiteras. Un hombre guapo y otras historias de la revolución de 1933 (título de la edición mexicana), que cierra una trilogía que comenzó con Ernesto Guevara y Pancho Villa.

"Cuando empecé con el libro -dice Taibo II-, me di cuenta de que era una mesa de cinco patas: Guiteras era el hilo conductor, pero también estaba Sumner Welles, el joven Batista, Pablo de la Torriente Brau -uno de los mejores periodistas de América Latina- y el joven Rubén Martínez Villena, gran poeta. Cada uno reunía elementos de una faceta trágica, chusca, grotesca, que hacía de la historia de la llamada Revolución del 33 algo sumamente atractivo. Son acontecimientos llenos de peripecias, contradicciones, pequeñas anécdotas, personajes fascinantes. Cuando terminé de escribirla, me dije: "Dios mío, no me va a creer nadie que esto es un libro de historia narrativa, todo el mundo va a pensar que es una novela, menos los cubanos".

El escritor elabora múltiples justificaciones de su abordaje a Guiteras. "Cuando les dije a mis editores en México, no tenían la menor idea de quién era -recuerda-. A Guiteras hay que contarlo. Y punto. Tenía esa cualidad tan particular, que compartía con el Che, de convertir la política en moral. La política es ética concentrada y no otra cosa. Y además, era justo la mezcla heterodoxa que me interesaba. Guiteras era un socialdemócrata de izquierda, mezclado con nacionalista revolucionario, con marxista fuera del canon stalinista de esos años; a eso le sumaba el anarquismo libertario. Todos esos elementos lo hacen una persona singular, extraordinariamente atractiva".

(La nota completa en la edición gráfica de Sudestada Nº77)

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Autor

Juan José Santillán (Desde Cuba)