Donde hay un conflicto subyacen interrogantes. La violencia es heredera de los abusos y se manifiesta con distintos rostros. Pedro Brieger acaba de publicar "El conflicto Palestino-Israelí. 100 preguntas y respuestas", un libro imprescindible para entender una disputa de más de seis décadas entre una potencia militar que, con la complicidad de Estados Unidos, impide la chance de devolver a los palestinos su patria arrebatada.
Desde hace años el sociólogo y periodista Pedro Brieger se convirtió en un referente para abordar distintos sucesos que exceden las fronteras de nuestro país. Bolivia, China, Irán o Venezuela pueden ser sus destinos si la información lo requiere. Entre tantos temas que fue tratando con los años, se destaca el conflicto entre palestinos e israelíes, por lo que su análisis resulta indispensable. Eterno caminador de territorios desconocidos, cosmopolita como pocos, en esta charla con Sudestada nos adentramos en un mundo que desconoce fronteras.
-¿Por qué elegiste abordar el conflicto palestino-israelí desde un interrogatorio imaginario?
-Desde hace muchos años me vienen consultando sobre el mismo tema, preguntas básicas, principalmente de este conflicto, ya que a pocos les interesa puntualmente lo que pasa en Irak, en Irán o en Argelia. La mayoría de las preguntas que recibo giran alrededor del conflicto palestino-israelí. A partir de ese panorama, fui juntando las preguntas que me iban mandando por email o que me formulaban personalmente y empecé a ordenarlas cronológicamente. Hacía tiempo que quería escribir un libro sobre el tema, pero no le encontraba la vuelta. Tenía en claro que no quería hacer un libro teórico ni que fuese coyuntural y quedara desfasado en el tiempo, entonces decidí acotar el tema a preguntas básicas que podían resistir el paso del tiempo. Y la mayoría de las preguntas que quedaron en la edición tienen esa característica.
-¿Cómo es tratado por los medios el conflicto?
-Los medios tratan el tema, bastante. Siempre con mucho cuidado respecto de las comunidades judías. De hecho, los dos principales diarios de la Argentina tienen corresponsalía en Israel. Que en realidad son personas que no viajaron como corresponsales, sino que vivían ahí y se ofrecieron como tales. Yo no sé si hubo gente en Siria o en El Líbano que se haya ofrecido, pero lo concreto es que no hay. Si existiesen lo estudiarían mucho más, no permitirían que sea tendencioso, que tenga una mirada distinta a la occidental. A Israel lo vinculan como parte de la cultura occidental y buscan que lo que llegue al mundo no sea tendencioso, cuando claramente la prensa lo es y su Estado tiene una utilización de los medios de comunicación permanente. Entonces, el hecho de tener una presencia mediática en Israel hace que también esos corresponsales tengan una visión muy sesgada de todo lo que pasa en Palestina...
(La nota íntegra en la edición gráfica de Sudestada)
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