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Entrevista

Santiago Stura: "No creo en los géneros narrativos"

Dueño de una prosa exquisita, Santiago Stura es una de las voces narrativas que trata de buscar un lugar en un alicaído panorama literario. Este geólogo de 39 años habló con Sudestada acerca de su primera novela, Footing sostenido, de sus inconvenientes a la hora de publicar, de cómo llegó a la literatura, y de su reticencia a encuadrar la escritura en géneros.

Un título que no deja entrever la trama de la novela, como si nos quisiese ocultar algo, a primera vista. Parecería un título inocente, pero no lo es. Footing sostenido, es la primera novela del escritor Santiago Stura, con la cual llegó a ser dos veces finalista del premio Clarín de novela. Un clásico policial al estilo inglés, cuya trama oscila entre las frías calles de Palermo y la incandescencia del río Paraná y que narra la desaparición de un aristócrata a mediados de la década del ‘50 y la fortuna que sus familiares heredan. A partir de allí el narrador decribe detalladamente la vida de un sector de la sociedad que se quedó perdida en el tiempo pero que todavía sigue mostrando su costado más trivial. Una buena historia, una prosa elegante, y un escritor que se asoma tímidamente a este universo de posibilidades que es la narrativa, de a poco... como si estuviera midiendo cada paso, pero seguro de algo: no es una novela más, y eso no es poco.

"Siempre dicen que la primera novela que uno escribe es autobiográfica, es decir, la suma de recuerdos y vivencias, propias y ajenas, y a partir de ahí tratás de darle una forma y un tono, y a su vez encadenarlos para formar una trama", comienza diciendo Stura, sentado frente a Sudestada. "La idea fue juntar anécdotas en base a determinados hechos. Por ejemplo, recuerdo a una abuela mía en un viaje en barco junto a otros jubilados desde Rosario hasta Asunción en una promoción terrible, porque era enero y se morían de calor, por lo tanto era un viaje muy barato, y tenía un compañero de pasaje que se murió al lado de ella. Entonces escucha la llegada de los barcos de Prefectura y se lo llevan, y el tipo había dejado de existir. Me interesó mucho esa idea del barco por el Paraná y la muerte en el río. La novela la terminé en 1996 y me llevó tres años escribirla".

¿Y publicarla...?

Estuve 8 años en ese proceso. "Dejame tus datos que te llamamos", es la frase más común que uno tiene que escuchar.

¿Y a partir de ahí por qué lugares transitó?

Cuando la presenté salió finalista del Premio Clarín en la edición 2000. Luego no la volví a presentar porque confiaba en que iba a publicarla pero al final no pude y en la edición de 2004 la presenté como "El recuerdo triste", y salió nuevamente finalista. Luego apareció Beatriz Viterbo, una editorial que me gusta mucho, y que publica muy buenos autores. La publicación de una novela es muy difícil, vos entrás a las editoriales, abrís la puerta de entrada y mientras te atiende la secretaria hay un cartel que dice "no se recibe ficción", y terminás diciendo adiós. La única alternartiva son los concursos. Un premio siempre es bien recibido, pero la publicación es fundamental, el hecho de poder ser leído. Quizás vos pensás que es la gente que no lee ficción argentina, por otro lado la gente tampoco leería ficción de afuera sino hubiese tanta publicidad, tal vez falta eso.

¿Por qué creés que es así?

Porqué acá es todo muy difícil. Por ejemplo en Europa hay mucho mercado editorial pequeño, hay mucha publicación que recomienda "esos" libros de diferentes editoriales, los diarios buscan editoriales chicas con buenos escritores, cosa que está mucho mejor visto que colocar en un suplemento literario un libro de un autor conocido. Este es un país fantástico pero hay que saber bien las reglas. El león sabe las reglas de la sabana, el antílope lo mismo. Acá estamos en Argentina y tratamos de encontrar la forma de sobrevivir, de seguir escribiendo, hay que aprender a vivirla, hay que tener cierto espíritu para seguir escribiendo acá, digo, para no decepcionar a nadie.

¿Por qué elegiste un título como Footing sostenido, no parece muy policial?

Es cierto. En un fragmento de la novela alguien menciona que una de las pasiones del personaje principal -el aristócrata Valentín Boyard- era el footing. Además, eso de Footing sostenido me suena a musical, algo así como Fa sostenido. Ese término aparece en la novela.

En la novela hay una descripción muy detallada de lugares puntuales como la zona de Palermo.

Es que viví varios años en Palermo. Recuerdo que una vez leí El americano impasible de Graham Greene, cuya trama transcurre en Vietnam y que tiene mucha descripción de las embajadas, algo que pasa en mi novela. Solía caminar mucho alrededor de ellas, que tienen algo de siniestras, ocultan historias, ese fue uno de los primeros motores que se encendieron para escribir el libro.

Esta novela podría encuadrarse tranquilamente dentro de lo que sería un típico policial inglés.

Cuando me preguntan cómo la clasificaría, debo ser sincero y decir que no creo en los géneros, creo en los autores. Nunca busqué un libro por género, sino por el autor. El policial es el único género que se puede enmarcar, que tiene sus reglas, sus leyes, que se pueden romper pero sin salir del esquema. Esta novela tiene cierta referencia a lo policial pero de igual manera insisto que en este género ya está todo escrito. Ponete a pensar que tenés el policial inglés clásico, con Sherlock Holmes o Agatha Christie y después tenés lo que es la novela negra americana que a principios de siglo se publicaba muchísimo en bocetos de diarios o folletines. El género ya está muy escrito, no quisiera decir trillado, pero hay muy pocas posibilidades de escribir algo nuevo...

La nota completa en la edición gráfica de Sudestada Nº47

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Autor

Walter Marini