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Capítulo 1 Adelanto

Un fantasma revoluciona Medio Oriente

Una revolución atraviesa Kurdistán. Así lo consideran muchos pobladores de esa región de Medio Oriente, silenciada durante décadas, reprimida de forma sistemática, sometida a la asimilación en muchos casos, pero que con el transcurso de los años supo defender su identidad y construir organizaciones de resistencia y combate ante el avance de diferentes fuerzas políticas y militares que se disputan el poder en la Media Luna Fértil.

Edición Especial N° 19

Revolución en Kurdistán

Cuadernos de Sudestada

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Una revolución atraviesa Kurdistán. Así lo consideran muchos pobladores de esa región de Medio Oriente, silenciada durante décadas, reprimida de forma sistemática, sometida a la asimilación en muchos casos, pero que con el transcurso de los años supo defender su identidad y construir organizaciones de resistencia y combate ante el avance de diferentes fuerzas políticas y militares que se disputan el poder en la Media Luna Fértil.

El triunfo de la revolución estalló en el cielo kurdo. Un mismo cielo pese a los kilómetros de distancia. En las ciudades de Kobane, en Suruç, en Diyarbakir y en las montañas de Kandil se vieron los festejos y las banderas flamear en enero de 2015. Los colores de esas banderas: rojo, amarillo y verde, que con sus diferentes combinaciones son la insignia del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK, Partiya Karkerên Kurdistan, en kurdo).

Durante 147 días, la guerrilla kurda en el norte de Siria, junto a pueblos de diversas nacionalidades, defendieron (y defienden todavía) un proceso revolucionario basado en la igualdad, la vida en comunidad, la lucha contra el machismo y el rescate de las costumbres de los pueblos originarios de la región, además de impulsar políticas que se diferencian del nacionalismo árabe y el Islam político, las dos grandes corrientes ideológicas que marcan a Medio Oriente.

Las Unidades de Protección del Pueblo (YPG/YPJ), conformadas por milicianos y milicianas combaten en Rojava, región siria fronteriza con Turquía que tiene una extensión de 18.300 kilómetros cuadrados y está dividida en tres cantones (regiones): Kobane, Jazire y Afrin. En ese territorio, la agricultura (el trigo es el principal producto) y el petróleo son las fuentes de mayores recursos.

Aunque la guerrilla kurda expulsó al Estado Islámico (EI, ISIS, o Daesh en árabe) de Rojava el 26 de enero pasado, la zona todavía se encuentra asediada por el grupo terrorista y las fuerzas militares turcas, ya que el gobierno de Ankara rechaza la autonomía que se impulsa en la zona. Pese a todo esto, hace más de dos años los pobladores de Rojava proclamaron una revolución y una "tercera vía" comenzó a crecer. Kurdos, árabes, yezedíes, asirios, turcomanos y otros pueblos llevan adelante un nuevo sistema basado en la ideología del PKK (PYD, en el norte de Siria). El "Confederalismo Democrático" (CD) se abre como posibilidad real, pese al estado de guerra y de un bloqueo económico y comercial sobre Rojava, auspiciado principalmente por el Estado turco.

Rojava recibió el fuego permanente del EI, que buscaba desarticular las conquistas del PKK junto a los pobladores, conquistas transformadas en un hecho inédito para Medio Oriente: la consolidación de una de organización social y política con una posición de izquierda, surgida luego de más de tres décadas de lucha insurgente y a casi cuatro años del comienzo de la guerra de agresión contra Siria.

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Autor

Leandro Albani