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Dossier

Miguel Ángel Bustos: versos salvajes

Perspectiva de una poética profética y alucinatoria. Una relectura de la obra de Miguel Ángel Bustos, ahora integrada en Visión de los hijos del mal; volumen que recupera los poemas completos editados e inéditos de una de las voces singulares del género en Argentina.

Desde mediados de los años noventa, y gracias a una portentosa política de revisionismo literario, una serie de poetas nacionales han sido redescubiertos y difundidos en ediciones que permiten, por primera vez, acceder a sus obras de modo completo. Esta serie de publicaciones las promueve, recupera, evalúa y, sobre todo, crea nuevos espacios de reflexión, para otorgarles así la consideración que se merecen. Ocurrió con Juan L. Ortiz, a través de la Universidad Nacional del Litoral, con Francisco López Merino (Al Margen) y con Néstor Perlongher (Seix-Barral). Del mismo modo, resulta admirable la labor promovida por la Editorial Municipal de Rosario (EMR), que se encargó de editar -en pocos años- a poetas fundacionales de la provincia de Santa Fe, como han sido entre otros: Aldo Oliva, Arturo Fruttero, Felipe Aldana, Francisco Gandolfo; y reivindicar, así, un gran segmento de la poesía del Litoral. A su vez, varios sellos han alcanzado a reponer figuras líricas de incuestionable relieve, como resultan ser: Arnaldo Calveyra (Adriana Hidalgo), Irene Gruss (Bajo la Luna), Susana Thénon (Corregidor), Joaquín O. Giannuzzi (Emecé), Osvaldo Lamborghini (Sudamericana), Héctor Viel Temperley (Del Dock) y Jacobo Fijman (Araucaria/Signos del Topo).

La editorial Argonauta, sello que ya había deslumbrado con anterioridad por las cuidadas ediciones de La valija de Fuego, de Aldo Pellegrini y Ahora o nunca, de Ricardo Zelarayán -ambos tomos valiosos por brindar la poesía íntegra de los autores-, acaba de editar Visión de los hijos del mal; volumen que recupera la colección de poemas completos editados e inéditos de Miguel Ángel Bustos (1932-¿1976?). Este libro-objeto, cuyo conspicuo prólogo y notas estuvieron a cargo de Emiliano Bustos, brinda al lector una mirada orgánica del camino poético trazado por el escritor. El volumen se complementa con un emotivo apéndice, compuesto por dos poemas de Juan Gelman: "Vinos" y "Ahora"; además de una detallada reseña biográfica de este poeta que, junto a Haroldo Conti y a Rodolfo Walsh, entre otros, comparte la infausta nómina de escritores desaparecidos durante la última dictadura militar argentina.

Miguel Ángel Bustos publicó media decena de poemarios en trece años (1957-1970): Cuatro murales (1957), Corazón de piel afuera (1959), Fragmentos fantásticos (1965), Visión de los hijos del mal (1967) y El Himalaya o la moral de los pájaros (1970), este último considerado, por muchos, su obra maestra. Unos cuantos centenares de páginas le bastaron para articular una propuesta estética única, cuyo lirismo aún permanece intacto a pesar del transcurso de los años. Obra escasa, pero que logró superar a la mayoría de sus contemporáneos. Esto, desde luego, no siempre fue así. Si bien su producción gozó de cierto reconocimiento hasta mediados de los años setenta por escritores de la talla de Leopoldo Marechal quien, además de ser amigo, prologó uno de sus libros; desde el domingo 30 de mayo de 1976, día en que un grupo paramilitar lo secuestró de su casa, la obra de Bustos pareció desvanecerse junto con su desaparición física. De no ser por la posterior tarea "arqueológica" de su esposa Iris Alba (1935-1993) y de su hijo Emiliano Bustos, poeta y dibujante como su padre, otra hubiese sido la suerte.

Con el fin de evitar la destrucción absoluta de su trabajo, en una labor que les demandó años tras el regreso de la democracia, pudieron rescatar no sólo la poesía inédita, sino también la obra periodística que había desempeñado en la prensa gráfica argentina cuando firmó notas para medios como Siete Días, Panorama, La Opinión y El Cronista Comercial. Así surgió Miguel Ángel Bustos. Prosa 1960-1976 (Ediciones del CCC, 2007), compilación que rescató 141 textos periodísticos dispersos del autor, lo que facilitó un acercamiento a una faceta tan meritoria como la de su labor como poeta.

(La nota completa en la edición gráfica de Sudestada Nº75)

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Autor

Augusto Munaro