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El otro lado

El hombre de la espada

Protagonista del golpe de estado de 1930, defensor de los intereses de la oligarquía y las empresas extranjeras, nunca ocultó su rechazo a la democracia y las clases populares.

"El rechazo de lugares comunes conduce a meras irregularidades que pueden ser oscuras o ineficientes".

Con estas palabras Jorge Luis Borges definía la obra literaria de Leopoldo Lugones, uno de los hombres más polémicos de las letras de la Argentina. Periodista y poeta, escritor prolífero, fue representante de la más reaccionaria oligarquía y nunca ocultó su desprecio por las clases populares. Matizó su vasta obra con sus incesantes intervenciones políticas, tan oscuras como las nombra Borges.

Dio sus primeros pasos en El pensamiento libre, un periódico anticlerical. A pesar de su incipiente socialismo, desde su juventud propone una literatura para una minoría, apoyando así la existencia de una aristocracia intelectual que domine el acceso a la cultura. Rápidamente, abandona sus ideas de izquierda y apoya públicamente la candidatura de Manuel Quintana, primera contradicción importante. A partir de ese momento, adopta una posición nacionalista, anti democrática y pro militar, junto al movimiento conservador de esos años como su referente intelectual. Así nace el poeta nacional, defensor de los valores de la Patria.

En 1910 escribe Odas seculares donde refuerza su posición reaccionaria y su total rechazo al avance de la "chusma" (clases medias que crecen con la figura de Hipólito Yrigoyen) en la vida política y cultural del país. Es en su lucha contra el yrigoyenismo donde Lugones deja ver su cara más oscura y nefasta. Declara que las clases populares no poseen la sensibilidad y el amplio gusto que la poesía reclama.

Cada vez más de derecha, pronuncia una conferencia en el Coliseo con el título "Ante la doble amenaza" y se vincula definitivamente a la Liga patriótica, asociación que reunía a conservadores, derechistas y fascistas.

Mientras tanto escribe Poemas solariegos, tributo a los conquistadores españoles de quienes se reconoce descendiente. Así ingresa a la aristocracia.

Los conservadores, para esa época, estaban preocupados por la cada ves mayor tendencia de izquierda del segundo gobierno de Yrigoyen. Apoyados por E.E.U.U., que veía seriamente amenazados sus intereses (sobre todo por la intención del gobierno de nacionalizar el petróleo), un grupo de intelectuales funda Nueva república, un diario de corte fascista dirigido por los hermanos Irazusta.

Desde allí Lugones se hace portavoz de los conservadores anti democráticos que reclaman un cambio, y llama a la democracia "demagogia en camino al socialismo" y justifica la creación de grupos de acción al estilo de las brigadas fascistas italianas, adiestradas para la lucha callejera, en nombre de la patria y los hogares.

Para tener en cuenta la magnitud de la influencia de Lugones en aquel movimiento, basta nombrar dos ejemplos.

Primero, "La hora de la espada" ensayo escrito en 1929, es el sustento ideológico del golpe de estado de Uriburu, y lo consagran como el hombre clave en el correspondiente sistema de pensamiento. Además, fue el propio Lugones quien redactó el primer comunicado del gobierno de facto.

Otro dato para entender los interesen que defendía Lugones: el día de la caída de Yrigoyen había elecciones en San Juan y Mendoza. Según se estimaba, estas elecciones le daría al gobierno los senadores necesarios para aprobar la nacionalización del petróleo, expropiándole a la Standard Oil de todos sus derechos. Fue justamente de esas oficinas norteamericana, con papel y tinta norteamericana, que el gran poeta argentino escribió la proclama y certificado de defunción del gobierno radical.

Defensor ferviente de la hispanidad, pero no la hispanidad de respeto y comunión que predicó Fray Bartolomé de las Casas, sino de la hispanidad de la inquisición que nunca reconoció la riqueza cultural americana y la menospreció al punto de llamarla "chusma".

Con grandes zonas oscuras, la vida intelectual de Lugones estuvo siempre ligada a sus desvaríos políticos, justificado en nombre de su talento literario. "Lugones es protagonista de lo que narra " dice Borges, y demuestra que en toda su escritura no hubo un gramo de ingenuidad, y siempre transitó por el camino de la espada.

(La nota completa en la edición gráfica de Sudestaeda N°05)

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Autor

Diego Lanese