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Tinta Roja

Acá falta Télam

Un centenar de días atrás, 357 trabajador@s de la agencia de noticias Télam recibían el telegrama de despido. De un golpe, el 40 por ciento de la planta quedaba en la calle por disposición de la gestión macrista. Sobre tierra arrasada, los delegados comenzaron una persistente y constante campaña de visibilización del conflicto para lograr lo que llegó 116 días después: la reincorporación ordenada por la Justicia. En esta crónica, escuchamos las voces de los protagonistas de una lucha que sigue en pie contra el vaciamiento ordenado por el gobierno.

Recorría, por los pisos, la espera y el silencio. Había carteles pegados en las computadoras de las distintas secciones de la redacción que decían "Acá falta Rodolfo", "acá falta Laura", y así seguían varios más repartidos entre los pisos de la Agencia Nacional Télam. Había un cartel apenas se ingresaba por la entrada de Av. Belgrano 347 que decía "Día 100: se mantiene firme el paro por tiempo indeterminado hasta la reincorporación de los 357 despedidos".
El 26 de junio, por medio de una carta y a través de un posteo de Facebook del ministro Lombardi, los trabajadores y trabajadoras de la agencia Télam se enteraron de que estaban sin trabajo. El ajuste y el vaciamiento no discriminaba: algunos trabajaban hacía dos años, otros, cuarenta. En la cuenta de Facebook, el titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos había escrito: "Hoy ganó el periodismo y ganaron los ciudadanos. Los ciudadanos porque recibirán de la Agencia Télam información objetiva, veraz e independiente. El periodismo porque podrá desplegar, sin presiones ni chantajes, su noble oficio".
Luego de un amplio repudio de parte de periodistas, ciudadanos y ciudadanas, Lombardi intentó excusarse diciendo que en Télam había contrataciones irregulares, trabajadores que atentaron contra la empresa y que la mayoría de los últimos contratados no tenía formación ni experiencia. La Agencia Nacional Télam es, esencialmente, una agencia mayorista: provee de cables informativos, fotografías, infografía, cobertura, videos y audio a todos los medios del país, además de a la ciudadanía. Muchos diarios de distintas provincias se nutren a partir de la información de Télam.
El recorte fue brutal: de 926 empleados despidieron a 357. Casi el 40 por ciento de la planta. El día de los despidos había sido raro. Fue el mismo día que Argentina jugaba contra Nigeria en la segunda fecha del mundial, en un clima de tensión política. Ese día, muchos habían ido a trabajar temprano y se les prohibió el ingreso al edificio. Otres se enteraron en sus casas cuando estaban preparándose para salir. De a poco fueron acercándose a la puerta de la agencia y ahí, por unanimidad, votaron la permanencia pacífica en una asamblea masiva.
Los despidos en Télam no fueron aislados: desde 2015 a la fecha hay más de 3 mil despidos en medios públicos y privados. Retiros voluntarios, vaciamiento en radios, canales de televisión y redacciones. Los que quedan, aguantan, casi siempre en condiciones de precarización, con salarios bajos y cumpliendo horas extras. La diferencia es, en este caso, que en Télam sí se cumplía con el convenio colectivo de periodistas, mientras en medios privados se trabaja ocho horas y horas extras impagas. Tampoco es la primera vez que intentan cerrar la agencia de noticias: hubo un intento en 1996 por orden de Cavallo y otro en 2002, pero luego de paros y asambleas lo echaron atrás.
Esteban Giachero es delegado y trabajador de Télam. Se dedica a editar videos que luego son ofrecidos a los medios abonados. Cuenta, cansado, todo lo que pasó desde junio: que se hicieron asambleas, movilizaciones y declaraciones. Que el 13 de julio el juez Tatarsky, del juzgado nacional número 22, en un fallo judicial de primera instancia instó a reincorporar a cinco despedidos que ya están nuevamente efectivos, pero que están de paro en solidaridad con los que siguen afuera. Que muchos periodistas de medios privados se acercaron a dar su apoyo, aún en riesgo de perder su trabajo, y, además, publicaron notas visibilizando el conflicto.
El fallo, además, indica que el despido es ilegal ya que no se inició el procedimiento preventivo de crisis –cuando se despide a más del 10 por ciento de la planta efectiva, es necesario demostrar la situación económica de la empresa e iniciar el procedimiento– y por eso Sipreba hizo más de 170 presentaciones judiciales. Pronto, y luego de la decisión de permanecer en la agencia, lxs despedidsxs tuvieron que iniciar distintas formas de lucha. La primera movilización, hacia el Centro Cultural Kirchner, fue numerosa: más de cinco mil personas en apoyo a los despedidos, de varios sindicatos y medios. También dieron charlas y talleres, y dispusieron el espacio para que otras organizaciones den conferencias de prensa como la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito y sindicatos. Un día, pusieron 350 mesas en todo el país para hablar cuerpo a cuerpo con la gente y así visibilizar el conflicto.
Mientras tanto, los jefes de sección puestos por la gestión se habían fugado. Internaron refugiarse en el CCK y, más tarde, en Tecnópolis, denunciando luego que la permanencia en Télam no era pacífica. La denuncia fue desestimada por el juez Martínez de Giorgi. También Lombardi se quedaba sin explicaciones: fue citado al Congreso por varios diputados y diputadas de la oposición y luego interpelado en el programa radial La mirada despierta, de Nelson Castro, en Radio Continental...


(La nota completa en la edición gráfica de Sudestada... ¿Por qué publicamos apenas un fragmento de cada artículo? Porque la subsistencia de Sudestada depende en un 100 por ciento de la venta y de la confianza con sus lectores, no recibimos subsidios ni pauta alguna, de modo que la venta directa garantiza que nuestra publicación siga en las calles. Gracias por comprender)

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Autor

Candelaria Domínguez Cossio