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Musiqueras

Luciana Mocchi: "La música me salvó la vida"

A los 25 años, la cantautora de Montevideo Luciana Mocchi avanza en varios planos y sigue atrapando a nuevos oídos alrededor de sus canciones que del rock y el pop se abren a múltiples estilos impresos en el Río de la Plata. En junio volvió a Buenos Aires para tocar las canciones de su primer trabajo La Velocidad del Paisaje y adelantó las del segundo por venir: Mañana será otro disco. En agosto viajó a México para cantar y además presentar el documental Botija de mi país, que produjo para rescatar la historia de varios músicos uruguayos que emigraron a Estados Unidos desde hace años.

Hay una otra. La que no es más Luciana Mocchi en Montevideo, Buenos Aires, México o Estados Unidos. Es otra la cancionista uruguaya de 25 años, con gran peso en el colectivo de creadores independientes y más de 182 canciones en todos los viajes posibles (pop, funk, rock, milonga, blues y más…), que sacó hace dos años el disco La Velocidad del Paisaje, luego de cinco de trabajo. También, la que a los 23 años fue telonera de Paul McCartney en el Estadio Centenario, conmoviendo a miles. Y aún más: la que prepara ese otro corpus de músicas para el nuevo Mañana será otro disco, que volvió a adelantar en junio en Café Vinilo, de Buenos Aires.

"Le puse Mañana será otro disco porque en ese momento no entendía bien cuándo era el mañana. Le agradezco a la vida haber trabajado en otras cosas y ahora me siento feliz tocando", dice Luciana Mocchi, que vive en un centro cultural comunitario donde organizan conciertos todos los jueves y también dan pelea para que no se cierren espacios autogestivos. Y está la otra Mocchi: la que a los 18 se fascinó por el tema de las migraciones de músicos uruguayos por el mundo y produjo –con otros– el documental Botija de mi país, sobre varios de esos capos que se instalaron en Estados Unidos décadas atrás y que no eran del todo recordados en su país. ¿Por qué no comenzar, a la par de su vida veloz de canciones que atraviesan el mundo, uruguayo y universal, por las escenas de su nueva distancia y regreso a Uruguay el mes pasado?

Ahí anda Luciana Mocchi, de voz en gran cuerpo diminuto, cabello negro corto con jopo bajo un sombrero, latiendo del otro lado del mapa con un café. Y le dice a Sudestada: "Viajé a México a presentar la película a la Cineteca Nacional en representación de Botija de mi país. Antes fui a Nueva York y ahí tuve una fecha en Meridian 23 (Manhattan), acompañada de Eric Kurimski, Edgardo 'Yayo' Serka y Ben Willis: 'Yayo' es el batero de Lila Downs y el resto unos monstruos totales. Eric tocó y toca con un montón de capos/as como Joan Baez, y miles de músicos más, y Ben Willis también, pero no sé tanto de su biografía, jeje. Son todos amigos de la barra de yanquis fanáticos de América Latina y latinos en Nueva York".

Pero no se queda en frases idealizadas, Mocchi. "En México tuve una experiencia patética con la policía. Me pedían una coima por un problema que tuve con un tachero y terminé detenida ocho horas. Bastante fuerte estar en México: la policía es un asco y da mucho miedo. Aparte de eso casi no existe la inseguridad, pero partiendo de la base de que la policía debería proporcionarnos seguridad, casi todo se torna inseguro". Y "aparte de la presentación de la película toqué en El Bandolero, en Narvarte, justo en la colonia donde asesinaron al fotógrafo Ruben Espinosa y cía.", dice. "Al show lo organizó Sol Pereyra, una cordobesa trompetista, cantante, etc., que se mudó hace siete años a México para ser parte de la banda de Julieta Venegas pero ahora está súper dedicada a sus músicas y es una copada total. El Bandolero se llenó, la Cineteca también, ¡increíble!". Ahora proyecto una serie de micro-documentales sobre migrantes mexicanos en Estados Unidos"...


(La nota completa en la edición gráfica de Sudestada)

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Autor

Patricio Féminis